Hoy fue encontrado el cuerpo sin vida de Tomás Bravo, el niño de 3 años desaparecido desde el 17 de febrero en Lebu. El lugar, sin embargo, no estaba más allá de los 8 kilómetros de perímetro de búsqueda: estaba a sólo 2 kilómetros del último punto de avistamiento. Esto ha generado una serie de dudas y cuestionamientos al proceso investigativo que no había considerado este lugar, uno agreste y perteneciente a un privado aún desconocido. Y que la noche de este jueves fue incluido en la búsqueda.