Vecinos de San Miguel denunciaron ante la Superintendencia del Medio Ambiente a un proyecto inmobiliario que se busca concretar en la comuna, ya que la empresa a cargo estaría utilizando diferentes resquicios para
evadir la tutela de ese organismo.
En ese sentido, demandan que las obras sean sometidas a
evaluación de impacto ambiental, debido a que existen antecedentes sobre
altas concentraciones de arsénico en el suelo donde se busca ubicar.
Fue en medio de la pandemia que los locatarios comenzaron a notar la construcción en una
zona que ha sido históricamente industrial, siendo el 6 de mayo del 2020 cuando la Dirección de Obras Municipales otorgó a Be Smart San Miguel el permiso de edificación para un
edificio de 13 metros de altura para vivienda.
Sin embargo, en internet se mostraba un proyecto inmobiliario de
6 torres, con 648 departamentos, 750 estacionamientos y piscinas, dando cuenta según los vecinos que la inmobiliaria
habría presentado algo distinto a la Municipalidad.
Cabe destacar, que según la ley chilena, los proyectos que deben
someterse al sistema de evaluación de impacto ambiental son aquellos que superan las
300 casas o los 300 departamentos.
¿Cuál es el mecanismo que utilizarían las constructoras para baipasear los controles? Lo vemos en el reportaje de Josefina Eckholt y Roberto Morgues.