A pesar de la llamativa iniciativa, los clientes no se entusiasmaron con este emprendimiento que no servía sopas calientes por la seguridad de los comensales.
Poco más de un año estuvieron abiertas las puertas del restaurant “O'Naturel” en París, Francia, luego que el emprendimiento, que invitaba a sus clientes a quitarse toda, pero toda la ropa, no consiguiera la concurrencia de hambrientos y sedientos clientes dispuestos a comer y beber sin nada puesto.
https://www.facebook.com/onaturelrestaurant/photos/a.226946584510919/250145042191073/?type=3&theater
Te puede interesar: Día del Bistec a lo Pobre
El emprendimiento culinario ofrecía a las personas disfrutar de su cocina calificada como refinada y bistronómica, estilo que mezcla la cotidianidad del café con platos gourmet, una tendencia nacida en ese país en la década de los 90, según consigna la Asociación Gastronómica Francesa de Argentina.
https://www.facebook.com/onaturelrestaurant/photos/a.226946584510919/226945757844335/?type=3&theater
Según precisó diario O´Globo, la falta de clientes hizo que el negocio naufragara, quedando al desnudo que, en Francia, la tendencia de sacarse la ropa para comer no es tan popular.
"Agradecemos su participación en esta aventura, viniendo a cenar al O'Naturel", indicó el establecimiento en su página de Facebook, la que cuenta con más de 2.200 seguidores.
Te puede interesar: Ordenanza municipal busca eliminar para siempre a los músicos callejeros de terrazas de restaurantes
En su registro de publicaciones se puede ver que el local de comidas, al igual que muchos en Chile, contaba con actividades características de un bar como cantar karaoke o poner en el televisor los partidos de la selección gala, como ocurrió en julio de 2018, cuando se enfrentó al combinado de Bélgica, siempre vistiendo en traje de Adam.
https://www.facebook.com/onaturelrestaurant/photos/a.226946584510919/363007630904813/?type=3&theater
Cabe destacar que entre las pocas exigencias para disfrutar de una velada desnudo o desnuda en O'Naturel, era necesario, en el caso de los hombres, llevar una toalla para sentarse y, en el caso de las mujeres, un pañuelo de seda, mientras que los teléfonos celulares y las fotografías estaban prohibidas.