El ex presidente entregó una declaración sobe el proceso constituyente y reflexionó que "Chile merece una Constitución que suscite consenso", por lo que "el desafío político es continuar con el debate".
"Chile merece una Constitución que suscite consenso y como ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito está en condiciones de lograrlo, el desafío político es continuar con el debate constitucional hasta alcanzar una Constitución que interprete a la mayoría de chilenos y chilenas".
Así comienza la declaración de Ricardo Lagos emitida ese martes sobre el proceso constituyente que el lunes vivió un importante hito, luego de que la Convención Constitucional entregara la propuesta constitucional al presidente Gabriel Boric en la última sesión del órgano.
En el texto, publicado en blog del ex presidente, plantea que "las constituciones necesitan de general aceptación y a sus reglas acudimos para salvar nuestras diferencias".
"Una constitución no puede ser partisana. Sólo así, discutiendo dentro de la Constitución y no acerca de ella, los países cambian en el marco de una razonable estabilidad", añadió el otrora mandatario.
Junto a lo anterior, apuntó que "el proceso constituyente en el que hoy estamos embarcados no terminará el 5 de septiembre, al día siguiente de que sepamos el resultado del plebiscito de salida, porque las dos alternativas en juego están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana".
No obstante, el ex jefe de Estado entre el 2000 y 2006 apuntó que "la Constitución vigente tampoco logra concitar ese apoyo, pues se utilizó el poder de veto de sectores partidarios del Estado ausente o subsidiario cada vez que se buscó reformarla".
Asimismo, reiteró que el país necesita una Carta Magna que "nos permita dejar de debatir acerca de ella para convivir dentro de ella".
"Y porque -continuó- ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito del 4 de septiembre está en condiciones de lograrlo, estoy convencido de que el desafío político relevante es encontrar la manera de abordar la continuidad del debate constitucional hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana".
Es por esto que adelantó que "si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto. Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta, que debieran ser incluidos en cualquier Constitución que se escriba en el futuro".
Finalmente, concluyó que con el referéndum del 4 de septiembre "Chile podrá hablar con una sola voz interpretando a la inmensa mayoría de chilenas y chilenos, que esperan de este ejercicio un país unido en su carta constitucional para el Siglo XXI".