Un grupo de científicos de la Escuela de Medicina Weill Cornell, en la ciudad de Nueva York, creó la primera píldora anticonceptiva masculina cuya acción se centra en inmovilizar a los espermatozoides, lo cual lograría un 100% de efectividad. Aunque aún se mantiene en fases experimentales, sus creadores apuestan a que en ocho años más estaría disponible en el mercado.