Tras ser sentenciado a 28 años de cárcel, Nicolás Zepeda reaccionó con un inquietante silencio y luego tuvo que ser consolado por su padre. ¿Cómo fue la cronología de los hechos? Aquí el detalle.
Este jueves la justicia francesa declaró culpable a
Nicolás Zepeda por el asesinato y desaparición de
Narumi Kurosaki y lo sentenció
a una pena de 28 años en prisión.
El debate duró
cerca de cuatro horas a puertas cerradas y sólo 8 de los 12 votos del jurado bastaban para establecer la culpabilidad de Zepeda. A continuación,
una resumida cronología de la jornada final del juicio.
14:27 horas
Fue a eso de las 14:27 horas cuando se abrieron las puertas de los jueces, quienes salieron con la suerte jurídica de Nicolás bajo el brazo. Luego, se situaron en la sala y expresaron:
“Señor Zepeda, por favor levántese”.
Completamente en silencio, el chileno obedeció a la orden. Acto seguido, el presidente del tribunal dictó la sentencia:
"El Tribunal de lo Penal de Alto Saona declara culpable a Nicolás Zepeda del asesinato de Narumi Kurosaki", consignó
L’Est Républicain.
Sin sus padres en la sala por un retraso,
Nicolás Zepeda permaneció sentado, inmóvil y postrado en su palco tras conocer el dictamen.
14:45 horas
A los pocos minutos, el acusado se situó detrás de la barandilla de su palco
manteniendo su cuerpo inclinado hacia adelante. Su padre, ya en sala,
se acercó a consolarlo, acarició su cabello y hablaron por breves segundos.
Con una extraña atmosfera, la familia Zepeda anunció a través de
su abogado que llevarán el caso ante el Tribunal de Casación para que sea nuevamente examinado.
15:08 horas
A pesar de ello, el tribunal
determinó que Zepeda tendrá que pagar una millonaria indemnización a la familia Kurosaki: 60.000 euros a cada uno de los padres, 50.000 euros a cada una de sus hermanas y 5.000 euros a su novio, Arthur Del Piccolo.
Cuando marcaban las 15:08 horas,
el tribunal oficializó el cierre de la sesión. Sin dar con ninguna nueva pista de Narumi, la familia de la joven reaccionó discretamente, siendo ese el momento en que
la hermana menor se secó silenciosamente sus lágrimas con un pañuelo.
Finalmente, el chileno s
e levantó de su asiento y se dirigió a la puerta en dirección al centro donde permanece en prisión preventiva.