Este lunes
falleció el destacado y reconocido periodista, director y comediante
Eduardo Ravani, creador del legendario
Jappening con Ja y uno de los fundadores de TVN.
Con una
vasta trayectoria en televisión, su deceso fue informado por la misma casa televisiva, donde enviaron sus condolencias y
recordaron su significativo aporte a la industria del entretenimiento.
Dueño de
una de las mentes más prolíficas de su generación, Ravani trascendió por su
invaluable creatividad,
sentido del espectáculo y
rigurosidad, dejando una herencia que inspiró a muchos artistas que hoy triunfan en los escenarios.
Una de sus últimas entrevistas
la concedió a fines de enero a CHV Noticias. Allí, el ex director del
Festival de Viña recordó los años de gloria en el programa que lo llevó a la fama y reflexionó en torno al legado que dejó en televisión.
"
El éxito nunca lo vimos nosotros, porque éramos tan trabajólicos que
pasábamos 25 horas al día trabajando", fue parte de lo que dijo en la conversación con el periodista Ítalo Zúñiga.
"Eran
tantas las ideas, la verborrea de creación, que tuvimos que crear equipos que estuvieran
detrás de nosotros para que escribieran lo que nosotros pensábamos y decíamos", reveló también sobre el Jappening con Ja.
A su vez, Eduardo abordó los comentarios que rondan en televisión en torno a su figura, que dicen que es "mano dura y de una personalidad fuerte", según dijo Zúñiga. "Eso ya pasó. Si no pueden ir a 120 km/h, porque yo voy a 120 km/h, vayan a 80, qué le voy a hacer", reconoció.
Reflexiones en torno al cáncer
A cuatro meses de dar a conocer su diagnóstico de cáncer,
la ex figura televisiva también habló sobre su estado de salud en aquel entonces.
“En 80 años nunca había ido a un hospital. De repente
voy por un coma diabético y a los dos días me estaban operando y un mes después otra vez”, reveló Ravani.
Asimismo, confesó en la entrevista que “ya lo asumí y no hay vuelta. O sea, yo no puedo ser ignorante de que
tengo 81 años y veo cómo mi generación se está yendo“.
En ese sentido, Ravani sentenció que “
me encantaría que Chile tuviera memoria, como los argentinos y los mexicanos,
que quieren a su gente y la respetan antes de que se vayan”.