Todo ocurrió cuando Álvaro Reyes tenía 23 años y se encontraba realizando la práctica en La Cuarta, donde lo enviaron a un evento en La Moneda, donde creyeron era parte del grupo que acompañaba al dirigente mapuche. "Pensamos que en algún momento iban a llegar los Carabineros", contó.
El periodista Álvaro Reyes, conocido como Nacho Pop, contó en #CHVEnCasa una curiosa anécdota que hasta el día de hoy le sigue sacando carcajadas cuando la recuerda y que involucra a la ex presidenta Michelle Bachelet.
Todo ocurrió en 2006, cuando el profesional tenía 23 años y era un alumno en práctica en el diario La Cuarta. En conversación con Nicolás Copano, Nacho Pop contó que un día lo mandaron a reportear a La Moneda porque el dirigente mapuche Aucán Huilcáman, líder del Consejo de Todas las Tierras, junto a una comitiva se iba a reunir con la otrora mandataria.
Lee también: Pablo Zúñiga desde la cuarentena, separado y cesante: "Han sido los peores 12 meses de toda mi vida""A mí me mandan con un fotógrafo que, al igual que yo, tenía una pinta sueco que no se la podía. Y cuando llegamos a La Moneda, nos confunden con la comitiva de Aucán Huilcamán a mí y al fotógrafo", comenzó relatando el triple ganador del Copihue de Oro.
En ese momento, dice que "nos hacen entrar a un recinto donde nos recibe Sergio Bitar. Cuando nosotros entramos nos dice 'Michelle los va recibir ahora'".
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Ante esto, el periodista dice que no supo qué decir y sólo atinó a seguir las instrucciones que le dieron hasta que llegaron a un salón al interior del palacio de gobierno. "Miraba al fotógrafo que estaba sentado delante mío y le digo que 'nos van a llevar presos '".
Según cuenta el también Rey Guachaca, el fotógrafo quería sacar la foto del evento y marcharse, pero Reyes le replica diciendo que "si nos quedamos, nos quedamos hasta el final".
Lee también: Elenco de "Friends" se una al All In Challenge: Fanáticos podrán conocer a sus personajes favoritosY eso hicieron. Finalmente, llegó Bachelet quien saludó uno a uno a todos lo presentes "y cuando llega hasta donde estoy yo, me da un beso en la mejilla y me dice 'mari mari, peñi'".
"No sabía qué hacer y fue increíble. Ahora me mato de la risa, pero estábamos asustados y pensamos que en algún momento iban a llegar los Carabineros y nos iban a llevar, porque estábamos en un lugar que no era el nuestro", sincera.
Finalmente, contó que se quedaron hasta el final y nadie se dio cuenta: "Salí tiritón y me llama mi jefe para mandarme a otra pauta y le digo 'jefe no sabe lo que me paso'".