En conversación con CHV Noticias, la actriz ahondó en por qué cree que es importante hablar del caso de la secta de Colliguay, el cual describió como “un dilema para la justicia”. Eso sí, aclaró que la película es “100% ficcionada”.
Aline Kuppenheim protagoniza la nueva película chilena inspirada en la secta de Antares de la Luz, Quizás es cierto lo que dicen de nosotras.
En conversación con CHV Noticias, la actriz ahondó en por qué cree que es importante hablar del caso de la secta de Colliguay, y también cómo una persona puede llegar a ser controlada y hacer cosas que se escapan de su voluntad.
En la producción, Aline da vida a Ximena, una exitosa psiquiatra cuya vida cambia cuando su hija mayor regresa a su hogar tras pasar un largo tiempo en una secta y descubre que estuvo embarazada.
“Esta película está inspirada en el caso de la secta de Antares de la Luz, pero desde otra arista, desde el punto de vista más psicológico e íntimo de lo que ocurre en una familia”, explicó.
“Es 100% ficcionado, es solamente basado en ese hecho”, aclaró de inmediato.
Sobre la diferencia con el hecho real, Kuppenheim indicó que la película “es una suposición de cómo se puede abordar y analizar el tema, desde, por ejemplo, la psiquiatría”.
“El punto de vista es el que cambia, ya no es la anécdota, es la dimensión más central y profunda de por qué y cómo alguien puede llegar ahí (...) esta película nos habla de cómo las personas pueden llegar a creer cosas muy equivocadas y dañinas”, comentó.
En esa línea, agregó que “a partir de la película uno puede entender eso y decir ‘hay que estar alerta’, con uno y con los hijos, parientes, amigos (...) pueden estar siendo reclutados en una secta”.
“No todas las sectas son destructivas, pero sí las hay y esas personas que están ahí tienden a no darse cuenta o darse cuenta más tarde. A todos nos pasa un poquitito en otra medida: A veces no nos damos cuenta de lo que estamos creyendo”, relfexionó.
Del caso real de la Secta de Colliguay, específicamente sobre las responsabilidades de los miembros, la intérprete expresó que “es tan complejo éticamente que llega a ser un dilema para la justicia”.
“Toda persona dueña de sus facultades mentales y adulta es responsable de lo que hace, pero este tipo de cosas traspasan esa lógica (...) no creo que sean víctimas (integrantes de la secta), pero también pueden serlo. Creo que sí y al mismo tiempo que no (...) El tema es analizar por qué se produce esto”, cerró.