En 2007, la otrora princesa del pop se hartó de los paparazzi y tuvo su noche de furia, lo que derivó en que fuera internada en una clínica siquiátrica y perdiera la decisión sobre sus financias. A 12 años de esto, Britney vivirá un día clave para recuperar el control.
No tiene que ver ni con la cuarentena ni con las medidas por el coronavirus. Tampoco es que esté encerrada bajo siete llaves, o al menos no de forma literal. Hablamos de Britney Spears y de sus fans, quienes llevan años con una campaña para "liberarla", conocida como #FreeBritney.
¿Pero de qué debe liberarse la cantante de 38 años? Quien fuera conocida en los últimos estertores del siglo XX como la princesa del pop, cuando irrumpió con su traje de colegiala en Baby, one more time y contaba que su soledad la está matando, lleva años sin poder controlar su vida financieramente. Situación de la que sus seguidores dicen "ya fue suficiente".
Lee también: Amber Heard acusa que Johnny Depp amenazó con matarla muchas vecesTodo comenzó en 2007, cuando la intérprete de Stronger, Toxic y I'm not a girl, not yet a woman intentó tomar por primera vez las riendas de su vida, rompiendo la imagen de "chica buena" que se vio obligada a construir al inicio de su carrera y lanzándose a desenfrenadas fiestas. Todo mientras era acechada por los paparazzi que daban todo por una una foto de la nueva imagen de ella.
Etapa que quedó inmortalizada en una fotografía que encabezó portadas en todo el mundo en febrero de 2007: la estrella pop cortando su pelo para quedar completamente rapada. Pero no fue la única. En un arranque de furia contra los reporteros gráficos los encaró, evidentemente cabreada, y destrozó un vehículo. Fotos que fueron explotadas hasta el cansancio, volviéndose una broma para todo el mundo y obviando los evidentes dolores de la persona tras la polémica, abriendo la puerta para el colapso.
Tras esto, toda la libertad que había soñado derivó en una pesadilla que la llevó a un centro psiquiátrico, debiendo resignarse a que su padre, Jamie Spears (68), fuera su custodio tanto personal, laboral y financiero, ya qué todas sus decisiones debían ahora pasar por él.
Desde ese momento, del que ya han pasado más de 12 años, Britney nunca ha recuperado del todo su independencia en ninguno de los aspectos mencionados. De hecho, todo su dinero sigue siendo visado por su tutor legal, quien alegó ante la justicia estadounidense que su hija padecía demencia precoz y no estaba apta para tomar ciertas decisiones.
Lee también: La millonaria ayuda que dio Farkas a Kel para su proyecto solidario: “Fue impresionante”Sin embargo, nada de esto impidió que siguiera grabando discos y realizando giras por todo el mundo, engrosando un imperio financiero del que no tiene control alguno. Desde su crisis ha lanzado cinco trabajos de estudio: Blackout (2007), Circus (2008), Femme Fatale (2011), Briteny Jean (2013) y Glory (2016).
Pero si su estado de salud mental estaba tan mal, ¿cómo podía seguir trabajando? Esa fue una duda que rondó en la prensa y, por supuesto, a sus fans, entre quienes se popularizó una frase que pasó a la historia como uno de los grandes memes de los comienzos de la viralización de contenidos: "Leave Britney alone" (dejen a Britney tranquila).
Memes de lado, hay una serie de actividades cotidianas que Spears -quien suele subir constantemente videos de baile a su Instagram- no puede realizar sin consultarle a su tutor, las que van desde casarse, tener hijos o gastar su dinero, hasta contratar un abogado, votar y conducir, entre otras cosas.
Pero el panorama cambió cuando Jamie renunció voluntariamente a su rol de custodio por problemas de salud, responsabilidad que actualmente recae en Jodi Montgomery, una persona del círculo más cercano de la familia Spears. Algo que nuevamente podría variar, ya que Lynne (65 años), la madre de la cantante, lucha para recuperar el control financiero de su hija, por lo que presentó una demanda para poder administrar la millonaria fortuna.
Lee también: 5 claves que debes saber de "Asquerosamente rico", la serie sobre los abusos sexuales de Jeffrey EpsteinLa fecha clave para Britney es este 22 de julio, cuando vuelva a los tribunales para ver si puede ser independiente o debe continuar bajo la tutela absoluta de uno de sus padres. Aunque esta vez habría una diferencia: Lynne ha dicho que apoya la libertad de su hija, aseguró sumarse a #FreeBritney y sostuvo que quiere poder ayudarla a recuperar el control que ha perdido.
La idea que tiene los fans de que su ídola está presa de su tutor cobró una viralizada fuerza cuando en un Live en Instagram, una de sus seguidoras le dijo que si estaba en peligro, se vistiera de amarillo. Comentario que no fue respondido de inmediato. Sin embargo, días después, la cantante compartió un video vistiendo ropa de ese color sin hacer alusión al mensaje.
La campaña cuenta con dos puntos clave: que Britney Spears pueda contratar su propio abogado para defenderse en tribunales y que la Casa Blanca intervenga ayudando a la investigación. Como en EE.UU. se acercan las elecciones presidenciales, medios de ese país no descartan del todo que Donald Trump pueda involucrarse, ya que podría ayudarle en su campaña, aunque hasta el momento no hay nada más que especulaciones.
https://www.instagram.com/p/CCJ1EmZgSnG/