La empresaria relató que está viviendo momentos difíciles, porque luego del quiebre de la relación, su padre fue diagnosticado con cáncer. "Estoy cansada física y emocionalmente pero trato de pasarla bien", sostuvo.
Gisella Gallardo entregó algunas confesiones tras su separación con Mauricio Pinilla, quienes terminaron en marzo de este año.
Hace cinco meses que la empresaria y el ex futbolista, quienes tienen tres hijo, pusieron a una relación de más de 20 años, y si bien decidieron continuar por caminos separados, dice que "hay lazos imposibles de quebrar”.
“Adoro a sus papás y a sus hermanas, para mí son parte de mi familia y lo serán siempre. A Mauricio le tengo un gran cariño y ambos estamos poniendo de nuestra parte para ser los mejores padres para nuestros niños”, relató a LUN.
Asimismo, expresó que “después de tantos años acompañada, desde los 21 específicamente, uno va madurando y siento que una separación no te destroza tanto como a los 20″.
"Más aún cuando tienes la tranquilidad de que hiciste todo bien: amaste, fuiste fiel, acompañaste, vibraste con sus éxitos y fuiste sus hombros en las derrotas", explicó.
Junto a lo anterior, Gallardo aseguró que “estoy en paz conmigo. Acepté que las cosas no funcionaron, y eso, de alguna forma, te deja en armonía contigo".
Sin embargo, esto no es lo más difícil que ha vivido durante el último tiempo: "Lo más duro fue vivir la separación y la enfermedad de alguien tan amado como mi papá (tiene cáncer) al mismo tiempo".
Además, describió que "hoy no tengo tiempo para nada más que mis niños y mi papá. Me levanto a dejarlos a colegio y hay veces en que vuelvo a las nueve de la noche a almorzar". Pese a eso, concluyó, "estoy cansada física y emocionalmente pero trato de pasarla bien".