En una íntima conversación con algunos compañeros, la participante conocida como "La Pincoya Sin Glamour" recordó momentos de su vida y respondió a las críticas por la "falta de comida" en la casa-estudio. "Se nota que jamás han pasado necesidad", afirmó.
A menos de 48 horas del estreno de
Gran Hermano Chile, ya comienzan a aparecer los primeros conflictos al interior de la casa-estudio. Todo a raíz de la fallida prueba del supermercado que encabezaron Jennifer Galvarini y
Francisca Maira.
Al no conseguir la compra de productos esenciales como sal, aceite y no perecibles, hubo muchos que
se molestaron con ambas. De hecho, fueron los
primeros nombres mencionados en la nominación espontánea.
Pero durante la tarde de este martes, Galvarini, también conocida en redes sociales como "La Pincoya Sin Glamour",
se refirió entre lágrimas a las críticas y respondió a quienes acusan "falta de comida" para esta semana.
"No vine a pelear ni a armar show, pero hay hue... que me molestan.
Yo sé que faltan cosas, pero hay para comer. Hay verdes, vegetales, comida y agua. Pero estar todo el rato 'ay que tengo hambre, ay que no me gustó' (...) Qué lata", afirmó la concursante en una íntima conversación con algunos compañeros.
En ese sentido, Jennifer reconoció que "
me da lata, porque se nota que jamás han pasado necesidad. Para mí todo lo que hay ahí es un manjar, para mí no es pasar hambre. Con eso puedo comer hasta los días que puedo estar acá".
"Tenía tanta rabia, pero tampoco en la mesa voy a estar discutiendo ni nada.
Para mí la comida es sagrada, aunque tú comas un pan viejo con agua y tostado, me lo voy a comer tranquila y feliz", agregó.
Además, afirmó que "da lata esa hue... Yo digo 'cabras de mierda'.
No están sin comer, por último con que comas una vez al día sé agradecido, esa hue... da rabia".
Jennifer y su sentido relato
Jennifer también se emocionó al momento de contar su historia de esfuerzo, mientras complementaba sus estudios de
técnico en Enfermería con diversos trabajos para solventar los gastos de la carrera.
"Tuve que trabajar para estudiar, en miles de hue... Sirviendo platos, haciendo camas, pasando miles de cosas.
Trabajé de pesquera de muy cabrita, me acuerdo de mis manos inflamadas para que me pudiera comprar un par de zapatos", recordó.
Asimismo, reconoció que "yo tuve una niñez muy linda. Mi mami siempre estaba en la casa, nos hacía unos panes a la estufa como churrascos
. Muchas veces no teníamos qué comer y mi mamá nos enseñó a hacer mermelada".
La participante contó que después de titularse como técnico en Enfermería en Puerto Montt, volvió a la Isla Grande Chiloé para "ayudar a su gente" y actualmente tiene una mejor situación económica.
"A mí me cambió la vida igual, porque igual mi marido se pone con las lucas. Nunca más me cagué de hambre,
¿ustedes saben lo que es acostarse cagada de hambre? Nunca más, nunca más sentí eso", agregó.
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