En un nuevo capítulo de Pero Con Respeto, el humorista le contó a Julio César Rodríguez detalles de uno de los negocios que tuvo en Argentina y por el que pasó un gran susto. Esta historia se relaciona con sus deseos de salir del país por aquel entonces.
Este martes por la noche se emitió un nuevo capítulo de Pero Con Respeto por las pantallas de Chilevisión. En esta oportunidad, Julio César Rodríguez conversó con el humorista Jorge Alís, quien reveló divertidas e inimaginables anécdotas.
Y es que previo a ser uno de los más recordados triunfadores del Festival de Viña del Mar, se dedicó a algo bastante diferente en Argentina: Le vendía camisas robadas a los jueces de tribunales.
"¿Cómo pudiste llegar a tanto?", fue una de las preguntas que Alís tuvo que contestar en esta ocasión. A esta interrogante, el comediante trasandino entregó una sincera respuesta: "Yo creo que son los más truchos de todos".
Sobre cómo se dieron los hechos, el humorista señaló que le daba mucho pudor pues "sentía que estaba en el eslabón de lo que estaba peleando como argentino". Según reveló, él se sumaba a las opiniones que consideraban a los jueces como "ladrones, narcos y mentirosos", aunque él "alimentaba esa cosa".
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En la conversación, Alís reveló que las camisas en cuestión eran chinas, pero tenían el logo de reconocidas marcas. El trabajador de una fábrica eran quien las robaba para que él las pudiera vender a un elevado precio.
Continuando con su historia, el argentino dijo que su primer comprador fue un psicólogo y el día en que se las entregó, un juez lo escuchó y ofreció comprarle. El negocio escaló y más de estos profesionales comenzaron a contactarse con él para adquirirlas.
El gran susto de Jorge Alís
Pero un día, uno de estos mismos trabajadores se acercó a él para hacerle una pregunta: Quería saber si las camisas eran "truchas" o robadas. Esta interrogante le causó nervios al comediante.
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Pensando en que podría ser detenido, y para disminuir una posible condena por el delito, Alís le dijo que las camisas eran robadas. Para su sorpresa, el juez quiso comprarle más de estas prendas porque prefería que fueran adquiridas de esa manera antes que falsificadas.
A pesar del susto, el negocio fue creciendo y el juez comenzó a comprar a pedido. Fue en ese instante en que Jorge optó no hacerlo más y alejarse de ese mundo, tomando la decisión de irse del país.
27/10/2021
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