La comediante habló sobre su pasado y lo difícil que fue para ella salir adelante por sus problemas de alimentación. "Hubo un quiebre grande en mi vida, cuando sentí que toqué fondo", comenzó relatando en La Divina Comida.
Este sábado, se emitió un nuevo capítulo de La Divina Comida, el cual tuvo como especial a los ganadores de diferentes temporadas: La deportista Natalia Duco, el periodista Andrés Caniulef, la comediante Pamela Leiva y el comunicador, Alejandro Chávez.
En la primera noche del programa de Chilevisión, la campeona nacional de atletismo le regaló unas pinturas a la humorista, lo que hizo que ella recordara algunos traumas de hace años atrás, cuando participó del reality "1810", donde alcanzó su fama.
"Esto me sirvió como terapia (las pinturas). Fue como un quiebre grande en mi vida cuando sentí que toqué fondo”, dijo Pamela, refiriéndose a sus problemas con la alimentación.
La comediante continuó confesando que es “adicta a la comida, llevo 13 años de rehabilitación como yo lo digo, yo tenía miedo a recaer y volver a engordar. Ese es mi mayor temor a recaer en eso”, comentó.
A lo anterior agregó que la forma en que salió adelante fue gracias a una especial técnica. “Sabía que no podía ir al lado de la comida y la pintura me mantenía centrada, concentrada en mí y pasaba horas”.
Finalmente, Pamela también comentó que otra de sus formas de mantenerse activa es con la "medicina pélvica", la cual explicó que se trata de una especie de “twerk avocado al lado más medicinal, de reconexión con el cuerpo, nuestro lado sagrado femenino de nosotras las mujeres”.