Entre lágrimas, Raquel Argandoña rompió el silencio sobre la agresión propinada por su hijo, Hernán "Nano" Calderón Argandoña, a su padre, Hernán Calderón Salinas.
En conversación con Bienvenidos, la comunicadora afirmó que aunque no justifica lo que hizo el joven, “él necesita tratamiento de profesionales”, así como también toda la familia.
"Somos una familia de mierda, tanto Hernán, como mi hija, mi hijo y yo. Necesitamos tratamiento, obvio que sí. Somos una familia muy expuesta, es por mi trabajo”, comentó.
Sobre los duros comentarios realizados por su hija, Kel Calderón, en contra de Nano, Argandoña dijo que “yo no voy a criticar a mi hija, son impulsos que demuestran que ninguno de nosotros somos normales, que necesitamos ayuda”.
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Ante la pregunta de cómo Nano terminó en una clínica psiquiátrica, la madre aseguró no saber el cómo, pero sí el porqué: “se da cuenta que el papá lo único que quiere es secarlo en la cárcel”. Y sostuvo que le ha comentado a Hernán Calderón Salinas que “si mi hijo se mata, yo me mato”.
Por otro lado, Argandoña descartó que su hijo haya llegado hasta el domicilio del padre con la intención de matarlo: “no lo fue a asesinar, no lo fue a matar, fue un impulso al saber que su padre le había proporcionado tocaciones a su polola”.
Sobre el mismo tema, comentó que a ella le dolió ver los mensajes de WhatsApp que habrían sido enviados por Calderón Salinas a la polola del joven: “las fechas son de marzo y estamos en agosto”.
Ante la pregunta de si la denuncia le calza con la forma de ser del padre de sus hijos, contestó que “yo con Hernán no vivo hace 15 años, la gente cambia”.
Hernán Calderón Argandoña está cumpliendo los primeros días de su prisión preventiva en la clínica psiquiátrica El Cedro, desde donde será derivado a Santiago 1 una vez que se estabilice.
19/08/2020
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