Miguel Ángel D’Annibale reveló esta experiencia inédita que tuvo junto a la banda en Viña del Mar, cuando fueron abordados por unos jóvenes que los invitaron a comer. Sin embargo, ellos no tenían dinero y comenzaron a juntar algunos pesos para pagarles el almuerzo.
El vocalista de
Amar Azul, Miguel Ángel D’Annibale, contó una
emocionante anécdota que vivió junto al grupo musical en Viña del Mar y que evidenció, una vez más, el cariño que la gente les tiene gracias a su música transversal.
Según relató en entrevista con el programa
Un poco de ruido, todo comenzó cuando un
grupo de jóvenes se acercó a ellos para ofrecerles "hacer radio".
"
Eran unos vaguitos ahí de Chile que apostaron por Amar Azul.
No tenían un mango (peso) los pibes", comenzó relatando.
"Bueno,
me presté a todo lo que hacían ellos", dijo Miguel, asegurando que entre esa dinámica, terminaron yendo hacia un
restaurant cerca de la Quinta Vergara para almorzar.
En el lugar pidieron tallarines, pero la tensión terminó por apoderarse de la mesa cuando
se dieron cuenta que estas personas los habían dejado solos.
"Los pibes se van", explicó, y
"empezamos a comer y no teníamos plata", agregó.
De hecho, Miguel dijo que se le había ocurrido contarle la verdad al garzón y
ofrecerse a lavar los platos en compensación por el plato de comida.
Pero eso último no fue necesario, ya que en medio de la incertidumbre,
miró hacia abajo y encontró a los jóvenes en cuestión.
"¿Sabes lo que estaban haciendo?
Te juro que me agarra y me dan ganas de llorar", continuó visiblemente emocionado.
Bueno, estos muchachos "estaban abriendo la puerta de los taxis para
agarrar un manguito (juntar dinero o 'hacer vaquita') y pagarnos la comida a nosotros".
Mira el relato del líder de Amar Azul a continuación: