Expertos explican que el aumento en las facturas de electricidad dependen de diversos factores vinculados a las empresas y sus concesiones. Esto ocasiona que los valores varíen de acuerdo a la ubicación geográfica.
A partir de julio se aplica un aumento en el valor del consumo eléctrico, provocando una afectación directa al bolsillo de las y los chilenos. Una situación que varía dependiendo de la cantidad de habitantes de un hogar, así como el lugar donde viven.
El alza en las cuentas de luz también será diferente en cuanto a zonas geográficas: Una familia de Providencia en la Región Metropolitana no sufrirá el mismo impacto que una familia de la Región de Atacama.
Lo anterior se debe a que "las empresas de distribución tienen varios contratos con diferentes empresas y los cargos de transmisión dependen de qué carretera se usa para llevar la energía de los medios de generación a los puntos de consumo", explicó Humberto Verdejo, académico Ingeniería Eléctrica Usach.
"Finalmente el costo de distribución es dentro de una misma zona de concesión donde hay varias comuna, va a depender, por ejemplo, si es aéreo o subterráneo", añadió.
Este tramo corresponde al de aquellas familias que hasta ahora pagan boletas con costo menor a $45 mil.
La mayoría de ellas, en la Región Metropolitana, verán un aumento del 20%, con algunas excepciones.
Corresponde a las cuentas de luz que tienen un costo de entre $45 y $65 mil. Y el alza se dividirá de la siguiente manera:
Las comunas que menos alzas experimentarán o que incluso tienen una disminución, explicó Verdejo, "son las que tienen un descuento en el precio de la energía que actualmente todavía tienen centrales a carbón".
Tal es el caso de Mejillones, Coronel y Tocopilla, por ejemplo.
En situación totalmente contraria se mantiene la Región de Atacama, siendo una de las más perjudicadas. El aumento en el primer tramo llega al 32%, mientras que en el segundo tramo sube al 63%.