En San Joaquín, y no Estación Central como ocurría año a año, se llevó a cabo el servicio de acción de gracias de la Iglesia Evangélica, donde el obispo Jorge Méndez abordó temas de la contingencia nacional.
Este domingo se realizó el Te Deum Evangélico en el Centro Cristiano Internacional en San Joaquín, dejando atrás de manera temporal el recinto de Estación Central.
La instancia contó con la participación del presidente Sebastián Piñera y su gabinete, además de los parlamentarios Pepe Auth e Iván Moreira, entre otros.
La ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, dijo que "las distintas iglesias han sufrido problemas que las han llevado a tener un distanciamiento y fuertes cuestionamientos por la sociedad. Es importante que distingamos que no todos, ni los pastores, ni sacerdotes, ni mujeres ni hombres de fe, son iguales. No por unos pocos hay que juzgar a todos".
Durante la ceremonia, el obispo Emiliano Soto, presidente de la Iglesia Evangélica Pentecostal, lideró la petición por las autoridades y policías de nuestro país, además de pedir perdón "por las acciones cometidas de palabra, de hecho o de omisión".
La reflexión principal del culto estuvo a cargo del obispo Jorge Méndez, en la que mencionó el proyecto de ley que busca rebajar a 40 horas la jornada laboral semanal.
"Es movida por buenos sentimientos, pero en realidad pienso que pasa por un tema valórico y de principios, donde los trabajadores se comprometan a tener una actitud honesta, un compromiso con su esencia a lo que soy y de lo que estoy construido, a esto llamamos carácter", dijo.
También señaló que ven "con preocupación cómo la Tierra está siendo destruida por nosotros mismos", destacando que el calentamiento global "es una realidad".
Finalmente, el obispo se refirió a la situación en la Región de La Araucanía, y aseguró que "debemos resolver los conflictos por medio del diálogo, no por la violencia".
"Los mapuches son nuestros hermanos. Debemos dejar de lado nuestras diferencias, la reconciliación son nuestros deseos finales".