14/11/2022
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El hombre, de 33 años, había firmado contrato de trabajo con una empresa y fue hasta el lugar para festejar su nueva etapa laboral. "Salió con un amigo a hacer una pequeña celebración en la playa", dijo su madre.
Poder tomar la selfie perfecta tuvo consecuencias fatales para un hombre de 33 años en Brasil, quien murió tras caer de un acantilado de 12 metros para posar para una foto.
El ingeniero brasileño Igor de Oliveira Rodrigues Dias murió el pasado 10 de noviembre caer de una roca en Praia da Joatinga, en Río de Janeiro, cuando iba caminando junto a un amigo y, presuntamente, resbaló al intentar tomarse una selfie.
"En la mañana había firmado un contrato con una empresa en la que quería trabajar, en su área. Así que salió con un amigo a hacer una pequeña celebración en la playa", dijo su madre, Luiza Rodrigues, al medio O Dia.
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La mujer reveló que incluso conversó con su hijo momentos antes de la tragedia. "Hablé con él, le pregunté dónde estaba. Me respondió que estaba en la playa. Pero no sé por qué decidió escalar esa roca tan alta", expresó.
Al parecer, Igor murió tras golpearse la cabeza con otra roca que estaba debajo, mientras que su cuerpo debió ser retirado por personal militar del Cuerpo de Bomberos, quienes necesitaron la ayuda de un helicóptero.
"La tecnología vino a caminar con nosotros, pero no es para perder la responsabilidad. Era hijo único, estudiaba, tenía toda una vida por delante", confesó.
