La bailarina reveló que cada tres horas debe sacarse leche e ir a la clínica a dejarla para alimentar a su guagua, quien aún no recibe el alta médica. "Va a costar, pero vamos con todo. Me da lo mismo no dormir, no me interesa, pero quiero que la Anto se mejore y punto", dijo.
Valentina Roth y su esposo, Miguel de la Fuente, no vivieron el alta médica que esperaban tras el
nacimiento de su hija Antonia. Y es que la pequeña, quien
desarrolló una "inmadurez respiratoria", debió quedar internada en la clínica.
Según contó en sus cuenta de
Instagram, la bailarina, por su parte, pudo regresar a su casa aunque con un problema que se suma a lo anterior. Según mostró, y como suele ocurrir en la maternidad, ahora
debe sacarse leche constantemente para evitar una mastitis, debiendo ir a dejar el líquido continuamente al recinto médico para alimentar a su guagua.
¿Qué dijo Vale Roth?
"Me estoy sacando leche porque en esto se va a basar mi vida", mostró en un
video, explicando que "lo bueno es que la Anto ya se acopló bien de mi pechuguita derecha, la izquierda (…) es más difícil, cuesta un poco más".
"Estuve todo el día masajeándome las pechugas, porque están súper congestionadas, y duelen. Pero tengo que drenar, aplicar calor primero y
sacar la leche cada dos horas y media, 20 minutos por pechuga", añadió.
En ese sentido, la influencer aseguró que "va a costar, pero vamos con todo.
Me da lo mismo no dormir, no me interesa, pero quiero que la Anto se mejore y punto".
Por otro lado, y luego de dar a conocer el problema de salud que presentaba su bebé, Valentina agradeció a sus seguidores por los mensajes de amor y apoyo.
"No puedo explicar lo que se siente", dijo.
"El amor de madre"
En medio de la preocupación y la tristeza por lo ocurrido con Antonia, la figura de televisión confesó que "
no he dormido casi nada, como 2 horas, y estresarse mucho no ayuda mucho en la producción de leche.
Tengo que estar tranquila, para que la lactancia sea lo mejor posible".
Pero fue así como recordó un especial momento que vivió con su pequeña hija cuando le daba leche. "
Me miraba con sus ojitos… y es deliciosa. Ahora entiendo el amor de madre. La miro y me derrito. Es tan exquisita y frágil", señaló con evidente emoción.