Comprar una vivienda es un proceso largo y agotador, pero venderla tampoco es una tarea que no implique decisiones relevantes para el propietario, consideraciones tan importantes que podrían incidir en la rentabilidad, o incluso la devaluación del inmueble.
Lo primero que hay que entender es que vender no es gratis. Los honorarios de los corredores, tradicionalmente se han situado en el 2% más IVA del valor del inmueble cobrado al vendedor y comprador. Es decir, si una vivienda cuesta 100 millones de pesos y en su venta interviene un corredor tradicional, con un 2% de comisiones, el vendedor y comprador deberán reembolsar $2.380.000 cada uno dando un total de $4.760.000 aproximadamente en comisiones para que el corredor lleve a cabo la venta.
En función de evolucionar en esta materia, se lanzó una nueva plataforma llamada “ISBAST”, que reemplaza a los lentos sistemas tradicionales de venta y sus altos costos en comisión. Además de agilizar el proceso con seguridad y tecnología en nuestras manos.
Sin duda un cambio en el sector, porque en solo 4 meses de trayectoria, han conseguido tener gran aceptación entre el público chileno, vendiendo hasta el momento más de 75 viviendas en ese corto periodo. Un mérito nada insignificante si tenemos en cuenta que en nuestro país se venden por cada corredor profesional un total de 2 viviendas por año.
De hecho, desde que empezó a operar la plataforma, ha ahorrado más de 450 millones de pesos en comisiones de corretaje. ¿Cómo? Apostando por la eliminación de los intermediarios y facilitando al propietario toda la tecnología y asesoramiento comercial necesario para que pueda vender su vivienda al mejor precio de mercado, sin pagar comisiones y en menos de 60 días.
“La eliminación de los Intermediarios no significa dejar fuera a los expertos, sino recibir la asesoría justa y necesaria para que el propietario venda su vivienda pagando un costo fijo.” asegura Jaime Ulloa, Director Ejecutivo de IsBast.
Otro de los grandes enemigos de la venta de una vivienda es el tiempo. El plazo de venta de un inmueble varía según la comuna, pero según los últimos datos de la cámara chilena de construcción, se sitúa en los 8 meses aproximadamente.
“En la práctica, este modelo se postula como la única opción viable que rompe con la forma tradicional de vender inmuebles con un aliado, donde la tecnología se pone al servicio del vendedor y el comprador para un proceso más transparente, más potente y más sencillo”. finaliza Ulloa.