Video grabado por hombre agredido en Plaza Ñuñoa contradice versión de Carabineros para justificar golpiza

Esa noche, un grupo de 11 uniformados, dirigidos por el teniente Martín Blanc Cabrera, llegaron al lugar, donde se había registrado una manifestación producto del estallido social. Las cámaras captaron al hombre con un sartén en una mano y un celular en la otra, con el que grababa lo que estaba pasando.

Un carabinero le dio un golpe en la cara y un empujón. Más adelante, el teniente Blanc lo golpeó directamente en las costillas.

De acuerdo a las declaraciones judiciales de los uniformados, Órdenes era un “peligro inminente”. Según Blanc, el hombre “estaba muy agresivo y pese a que nosotros en todo momento tratamos a viva voz de que depusiera su actitud, él continuaba insultando con groserías y además mantenía un objeto tipo sartén en sus manos con lo cual intentaba dar golpes”.

Los demás aseguraron que Órdenes los amenazaba de muerte y les gritaba “pacos culiaos hijos de puta“, “cafiches del Estado“, “los voy a matar“ y “todas las balas se van a devolver".

Sin embargo, la grabación que la misma víctima hizo con su celular da cuenta de otra realidad. "Dejen de reprimir al pueblo, hueones ¡Dejen de atacar a la gente del pueblo! ¡Oye! ¿Acaso no tienen familia, pacos culiaos? ¿Ah? ¡Todo porque tienen una mejor previsión!", gritaba.

Ese mismo registro no da cuenta de ninguna advertencia por parte de los carabineros.

Por otro lado, según Blanc, durante el procedimiento se percataron de que el hombre "mantenía una lesión antigua en uno de sus ojos” que “podría haber ocurrido anteriormente a la detención, puesto que el actuar policial en ningún caso podría haber provocado lesiones como las manifestadas en el documento del hospital”.

Órdenes lleva más de 100 días ciego producto de la golpiza. Su ojo izquierdo se encuentra irrecuperable y el derecho tuvo un desprendimiento de retina. No se sabe si volverá a ver.

Tras la golpiza, la víctima permaneció un mes hospitalizado, con la nariz rota, varios dientes quebrados y cinco costillas fracturadas.

El 22 de enero la jueza Patricia Ibacache determinó que Moisés no había sufrido torturas y siete carabineros fueron sobreseídos por no participar directamente, mientras que los otros cinco quedaron sin prisión preventiva y con las medidas cautelares de firma semanal o mensual y prohibición de dejar el país.