"Tomás tiene muchas ganas de vivir": Niño con leucemia cumplió su último deseo de conocer a Bomberos
El pequeño de 12 años fue diagnosticado con cáncer a temprana edad y desde entonces ha enfrentado más de quince operaciones, la cuales le han permitido mantenerse con vida. Sus padres, en conversación con CHV Noticias, relataron este fantástico encuentro que le dio aún más vitalidad a Tomás.
Jueves 17 de noviembre de 2022 | 16:05
Una sorpresa llena de vitalidad
La leucemia
Una vez que Tomasito nació, le diagnosticaron Síndrome de Down y una cardiopatía congénita tipo A y B, situación por la que tuvo que ser operado dos veces al corazón, con pronósticos fatales. A los dos meses, le dijeron a los padres que no viviría más.
"Nosotros nos aferramos a la fe del señor y la vida, se lo entregamos a dios desde que él nació. Nos bendijo con él, con la fuerza que el traía, es única", afirmó su padre.
Cuando cumplió un año de edad, tuvo que enfrentar el diagnóstico de una leucemia mieloide aguda. Para tratarla, junto a su familia viajaron hasta Santiago con la finalidad de iniciar el tratamiento con quimioterapia en el Hospital Simón Bolívar, el que finalmente no sirvió, ya que el cáncer no se detuvo.
En 2017 decidieron abandonar el hospital y volver a su hogar en la Región de O'Higgins. "Vimos un trasplante de médula, pero era muy riesgoso por su síndrome de Down y su cardiopatía", comentó Tomás.
"Decidimos firmar todos los papeles y traerlo a la casa, a la voluntad de dios, para que él fuera feliz. Pensamos que no era lo ideal que él, siendo un niño tan alegre, un angelito, estuviera sufriendo en el hospital", agregó.
Una vez de vuelta en el sector de El Huique, Tomasito empezó a hacer su vida normal, jugaba y andaba en bicicleta. Además, era muy querido por la gente de la zona, que veía en él un espíritu de lucha y ganas de ganarle a la vida.
Esa alegría no duró por mucho. En 2018, se empezó a sentir mal, dejó de hablar y de caminar, tampoco podía ver. Sus padres, en esta ocasión, eligieron un tratamiento natural en base a cannabis macerada, que consiguieron a través de la fundación DAYA.
"Con eso, el tumor cerebral que tenía se disolvió, solo con la cannabis macerada en aceite", comentó su papá.
A pesar de ello, las operaciones no pararon, ha enfrentado más de quince. Hace un año le quitaron un riñón y la vesícula de su estómago, lo que le permitió poder seguir siendo un niño proactivo e ir al colegio.
El 4 de septiembre, Tomasito volvió a presentar malestares poco habituales para su condición. Lo llevaron al Hospital de Santa Cruz, donde establecieron que tenía fallas pulmonares, renales y respiratorias. Estuvo conectado a un ventilador mecánico y los médicos en cuatro oportunidades pidieron que las personas que lo querían se despidieran de él.
Sus pulmones no respondían. De igual forma salió adelante. "Decidimos que lo traeríamos un poquito a la casa, pero tuvimos que dejar los servicios fúnebres listos", contó Tomás Arias.
Tomasito hoy es dependiente de oxígeno durante las 24 horas del día, lo que le permite poder realizar ciertas actividades. Sus padres continúan esperanzados en su mejora.
"Tenemos la convicción que dios va a bajar cualquier día de estos y se va a sentar en su cama, le va a decir Tomasito, yo te voy a sanar, te voy a cambiar tus pulmones para que respires solito y te voy a dejar en esta vida, porque tu tienes otro propósito y otro camino que seguir", revelaron.
Por su parte, Tomasito encuentra fuerza en su hermano pequeño de seis años, quien es todo para él. "Dice que nunca lo va a dejar solo y siempre lo va a querer cuidar. Eso lo mantiene aferrado a la vida. Es un guerrero de tomo y lomo", terminó contando su papá.