“Se aprovechan del miedo y la ansiedad": Sernac denuncia a empresa de test rápidos por publicidad engañosa
No exigen la presencia de un profesional y los resultados sólo tardan algunos minutos en estar a la vista. Los test rápidos del COVID-19 han aumentado su demanda en los últimos meses, así como también se ha incrementado su oferta. Pese a ello, han existido denuncias del Sernac contra empresas que los venden.
Viernes 10 de julio de 2020 | 11:49
Un pinchazo para obtener una muestra de sangre y quince minutos de espera. No hay necesidad de asistir a un recinto hospitalario, tampoco se requiere la intervención de un tercero. Así es como funcionan los test rápidos para detectar la presencia de anticuerpos contra el COVID-19 en las personas.
Un sistema innovador que ha dado la vuelta al mundo y cuya venta se ha incrementado en las últimas semanas en nuestro país. Pese a ello, expertos advierten sobre su efectividad.
El doctor Christian Palavecino, investigador y académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Central, explica que la mayoría de estos sistemas de testeo detectan a “aquellas personas que desarrollaron una respuesta inmune o protectora contra el virus, sin embargo, no todas las personas que han estado en contacto con el virus desarrollan esta respuesta”.
Es decir, los test rápidos detectan la presencia del virus cuando hay anticuerpos en el organismo, pero es posible que el virus esté presente y que el cuerpo aún no haya desarrollado una respuesta inmune generando estos anticuerpos, lo que hará inútil el testeo.
Esto se debe a que la respuesta inmune por parte de los contagiados no es inmediata. Esto quiere decir que la generación de anticuerpos tardará un tiempo en ocurrir. “Este tiempo puede ir desde dos semanas, e incluso más. La persona entra en contacto con el virus, pero para que los anticuerpos sean detectables en la sangre, pueden pasar varios días. Es por eso que las pruebas rápidas pueden entregar muchos falsos negativos”, explica Palavecino.
Así, una persona podría obtener un resultado negativo y estar infectada o cursando la infección en ese mismo momento.
“Se aprovechan del miedo y la ansiedad de los consumidores”
Utilizando frases como “previene contagios ante el coronavirus en tu viaje”, la empresa Corona Test ofrecía sus testeos rápidos. Sin embargo, expertos advirtieron que esto sería falso ya que las pruebas no previenen contagios como tal, lo que significaría directamente un engaño a los consumidores.
Fue debido a esa publicidad que la compañía fue denunciada ante la justicia por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), por incurrir en una serie de infracciones como falta de información veraz y oportuna, falta al deber de comprobabilidad y publicidad engañosa; prácticas que están tipificadas en la Ley del Consumidor.
El director nacional del Sernac, Lucas del Villar, señaló que “es inaceptable que las empresas se aprovechen del miedo y de la ansiedad de los consumidores, provocada por el coronavirus, para publicitar y comercializar productos que no cumplen con los fines indicados y sólo buscan lucrar a costa de las personas”.
Así, la empresa arriesga sanciones millonarias. A la denuncia, se suman otras diez compañías que están siendo investigadas por el organismo, que remitió los antecedentes al Ministerio Público para que investigue un eventual delito de estafa.
En la información difundida por la empresa Corona Test se indicaba que todos los elementos estarían avalados por el Instituto de Salud Pública (ISP), situación que tampoco sería cierta debido a que la institución no verifica empresas ni productos.
“Este tipo de test son considerados implementos médicos, por lo que no requieren certificación, sólo se considera como referencia la certificación entregada de países como Estados Unidos, Japón, China o la Comunidad Europea”, explican desde el Sernac.
Lo que sí hizo el ISP fue revelar una lista de marcas con productos que están siendo comercializados y habrían sido aprobados por entidades internacionales. Los kits están reportados de manera oficial en las páginas de las autoridades reguladoras de alta vigilancia sanitaria en dispositivos del mundo, como la Food and Drug Administration de Estados Unidos, Pharmaceuticals and Medical Devices Agency de Japón, Therapeutic Goods Administration de Australia, autoridades de la Comunidad Europea; entre otros.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala una serie de limitaciones sobre el uso de estas pruebas detectoras de anticuerpos, y manifiesta que “no son considerados como un método eficaz para la confirmación diagnóstica del nuevo coronavirus”, más bien, se utilizarían para investigaciones epidemiológicas, estudios de brotes o sobre la manifestación general de la infección.
El doctor Christian Palavecino explica que este tipo de listas es esencial debido a que permiten un control más estricto por parte de los usuarios. Pese a ello, la certificación internacional de estos productos “garantiza que la manufactura esté correctamente realizada, sin embargo, la efectividad de los test radica en otros factores, como el tiempo que pasa entre el contacto con el virus y la producción de anticuerpos”.
Por ende, los testeos no servirían para comprobar la positividad de un caso con certeza, sino más bien para “la evaluación de una población grande e identificar su grado de contagio o contacto entre la gente y el virus”.
Es por ello que el Sernac está trabajando en conjunto con la Fundación Epistemonikos, quienes aportan la base técnica para comprobar las promesas realizadas por las empresas que venden este tipo de implementos. Además de ello, se está avanzando en establecer los elementos que los consumidores deben tomar en cuenta al momento de adquirir este tipo de productos.
Así lo explica el doctor Gabriel Rada, fundador y presidente de Epistemonikos: “Es muy importante incorporar evidencia científica para proteger a las personas, ya que es la forma más confiable de tomar decisiones y velar por la salud de la ciudadanía”.
Tras la denuncia realizada, la empresa Corona Test y todas quienes incurran en malas prácticas, arriesgan multas que podrían llegar a las 3.300 UTM, lo que se traduce en aproximadamente $166 millones.
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La OMS también reconoce ciertas limitaciones del uso de estos sistemas de testeo, debido a la diferencia que surge con la detección de anticuerpos IgM e IgC, que se manifiestan con distinta rapidez. Si bien la detección de anticuerpos de este tipo puede apoyar investigaciones o estudios, no sería apropiado para la confirmación o diagnóstico de casos de COVID-19.
El doctor Christian Palavecino explica que este tipo de pruebas mide ambos tipos de anticuerpos y que el sistema inmune responde a las infecciones con los anticuerpos IgM, para luego pasar a los IgC. Esto quiere decir que el tipo de anticuerpos que se detecte depende del momento en que se produjo la infección. “Un IgM elevado significa que la infección fue más bien reciente, mientras que el otro tipo de anticuerpos se traduce en una infección de larga data; podrían haber pasado semanas al momento del contacto con el virus”, apunta.
Es por ello que la interpretación sería compleja y la detección de un contagio, inexacta: “el problema con estos test es que, hasta el momento, no se ha podido verificar efectivamente cuál es su verdadera sensibilidad; es decir, qué tan capaz es de detectar los anticuerpos. La sensibilidad en esos kit es bastante baja”.
De esta forma, el profesional recomienda la técnica molecular que se realiza mediante el examen PCR, que, pese a que puede tardar días, es realizado por personal sanitario capacitado para llevarlo a cabo y sus resultados son mucho más efectivos.