Pusimos a prueba los aparatos tan utilizados en los controles masivos de países como Corea del Sur, y que desde el domingo se ha empezado a utilizar en el Hospital El Carmen.
Los testeos rápidos masivos fueron parte de la eficaz fórmula para bajar la curva en Corea de Sur, y Chile desde el principio ha estado mirando ese modelo. Hoy de a poco empieza a sumar algunas prácticas.
El gobierno lo había detallado hace aproximadamente tres semanas. Cuentan con un millón de estos test rápidos que serán aplicados sólo a tres grupos objetivos. Uno de ellos: los funcionarios de salud.
Este domingo, se dio el vamos en el Hospital El Carmen, que ya venía probando el sistema hace algunas semanas. También lo han seguido aplicando en las unidades de neonatologías, y desde el domingo se ampliaron al servicio de medicina. Explican que hay pacientes que exigen saber si los médicos cirujanos que los van a atender tienen el virus.
La fórmula de demostrárselos es justamente este test.
Lee también: Usach busca transformar equipos que tratan trastorno del sueño en ventiladores mecánicos"Esta semana hemos tenido datos interesantes", dijo el director del Hospital El Carmen, Juan Kehr Soto. "Por ejemplo, en la Unidad de Cuidados Intensivos es una unidad que tiene un nivel bastante bajo de funcionarios contagiados". Un alivio, porque esa es la unidad que atiende a todos los pacientes con coronavirus.
Este test mide dos tipos de anticuerpos, la inmunoglobina G y la inmujnoglobina M. Su gracia es que sirve para detectar a los asíntomáticos y quienes ya estuvieron contagiados.
Consta de un pinchazo similar al realizado para medir la glicemia. Tras el pinchazo se extrae una muestra de sangre, la que se deposita en el dispositivo y luego se aplica el reactivo.
El dispostivo tiene tres letras. La "C", que es la que indica control, es decir se está procesando la muestra. Pasado unos 10 minutos debiese marcarse la letra "G" o "M", si es que uno tuviese los anticuerpos contra el COVID-19.
Además de los funcionarios de salud que han estado en contacto estrecho con el virus, los internos de las cárceles y hogares de ancianos también son parte de los grupos objetivos del gobierno. Sin embargo, las clínicas pueden adquirir el test de manera independiente y aplicarlos.
A algunos recintos les complica hacerlos masivamente porque no quieren que las urgencias se colapsen para aplicar el test. Simplemente porque se convertirían en un foco de contagio. De todas formas, la prueba ya está codificada por Fonasa y va entre los $2.500 y $5.400. Todo depende, del nivel en el cual el prestador se haya incorporado para este test.
En tanto, las Isapres también lo cubrirán, el porcentaje será de acuerdo al plan al que uno esté suscrito. De todas formas, ya están apareciendo opciones para hacer la compra del examen, sin necesitar una orden médica. Los valores son de alrededor de $16 mil.
Recuerde que este tipo de test no es el más certero, y que, por cierto, el más confiable es el examen PCR. Por más que quiera salir de dudas, evite ir a los centros de salud, a no ser que presente los síntomas del virus.
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