La estranguló, mutiló y disolvió restos en químicos: Autor de asesinato a ex finalista del Miss Suiza busca su libertad
El hombre no solo mató a su esposa a través de un estrangulamiento, sino que luego, y en un acto macabro, desmembró su cuerpo utilizando herramientas como una sierra eléctrica, un cuchillo y tijeras de podar.
Jueves 12 de septiembre de 2024 | 21:30
La modelo Kristina Joksimovic, de 38 años y ex finalista de Miss Suiza, fue brutalmente asesinada a manos de su esposo, Thomas, en un crimen que conmociona al país europeo por la crueldad de sus actos.
El hombre no solo mató a la mujer a través de un estrangulamiento, sino que luego y en un acto macabro, desmembró su cuerpo utilizando herramientas como una sierra eléctrica, un cuchillo y tijeras de podar.
Junto a lo anterior, el sujeto utilizó una batidora de mano para prácticamente disolver los restos, aunque se quiso asegurar de no dejar ninguna evidencia, por este motivo a lo que quedó del cuerpo de su esposa, le aplicó productos químicos.
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Hallazgo del cadáver por la policía
Los restos de Kristina Joksimovic fueron encontrados por la policía desmembrados y reducidos a un estado de "puré". Estaban en el lavadero de su elegante hogar en Binningen, un tranquilo suburbio a las afueras de Basilea.
Ahí también las autoridades encontraron las herramientas ensangrentadas, como la sierra eléctrica, tijeras de podar y un cuchillo, además de la batidora de mano y el producto químico utilizado.
Confesión del esposo
Tras estar acorralado por la policía, Thomas confeso el crimen, donde increíblemente alegó que actuó en defensa propia, afirmando que su esposa lo atacó con un cuchillo y que él, en pánico, la mató.
Sin embargo, los informes forenses desmintieron su versión. Kristina había sido estrangulada antes de cualquier mutilación y no había indicios de un ataque previo de ella hacia su marido.
Luego que se fueran conociendo más antecedentes y la investigación avanzó, los fiscales definieron a Thomas como un hombre carente de empatía y con "energía criminal". Además, a través de su confesión intentó quitarse responsabilidad y no mostró remordimiento.
Finalmente, lo definieron como un individuo con rasgos sádico-sociopáticos, ya que los testimonios señalaron que tenía una personalidad fría y manipuladora, capaz de planificar meticulosamente la manera de encubrir el asesinato.
El crimen ocurrió el 13 de febrero de este año, pero este 11 de septiembre el Tribunal Federal de Lausana rechazó el recurso de liberación del asesino confeso.