Falta de sexo: ¿Cuándo es un problema para la salud?
Sobre la frecuencia sexual, el XI Barómetro de Control (2024) muestra que, según la edad, las personas mantienen diferentes patrones.
Viernes 15 de noviembre de 2024 | 12:57
Llevar mucho tiempo sin tener relaciones sexuales no es necesariamente un problema de salud, pero puede generar malestar emocional y afectar el bienestar general.
Según la psicóloga y sexóloga Lucía Jiménez, asesora de Diversual, «no hay un tiempo que sea demasiado sin sexo, pues nadie muere ni enferma por no tener relaciones sexuales». Sin embargo, matiza que a partir de un cierto tiempo, algunas personas pueden sentirse incómodas por la ausencia de contacto sexual, lo que no justifica el uso de cualquier medio para obtenerlo.
Aunque las relaciones sexuales no son una necesidad básica, la sexualidad en su conjunto sí es un aspecto fundamental para el desarrollo del ser humano. Esta abarca no solo la interacción sexual, sino también elementos como la identidad de género, la orientación sexual, la genitalidad, la intimidad y la reproducción. Por lo tanto, aunque la falta de sexo no sea patológica, puede tener efectos emocionales en las personas.
Jiménez explicó a ABC que a pesar de que la ausencia de sexo no siempre conlleva problemas de salud, es completamente normal que algunas personas se sientan mal por no tenerlo. «Somos seres sociales y sociables, y la interacción sexual va más allá de la función reproductiva, es un modo de comunicación y de unión», sostiene Jiménez.
La falta de sexo puede ser solo una de las carencias que experimentamos en la vida, como la falta de un trabajo satisfactorio o de una pareja. «La vida no se sustenta en una única cosa, precisamente para que, cuando una no esté disponible, el resto siga teniendo sentido», explica.
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Mónica Chang, experta en salud sexual de Iroha, comparte la opinión de que, aunque se puede vivir sin sexo, este contribuye a una mejor calidad de vida.
Según Chang, desde un enfoque clínico, la falta de sexo puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y reducir la liberación de hormonas como las endorfinas y oxitocina. «La falta de sexo hace que esas hormonas relacionadas con el placer se liberen con menos frecuencia, lo que puede afectar nuestra forma de afrontar el día a día», señala.
Frecuencia sexual según edad
En cuanto a la frecuencia sexual, el XI Barómetro de Control (2024) muestra que, según la edad, las personas mantienen diferentes patrones. En la Generación Z (18-26 años), la mayoría tiene relaciones sexuales entre 2 y 3 veces por semana, mientras que los Millennials (27-41 años) y la Generación X (42-58 años) lo hacen principalmente una vez por semana. Además, un 67,4% de los hombres y un 55,8% de las mujeres desean aumentar la frecuencia.
Para las parejas estables, la sexóloga Jiménez explica que no existe una frecuencia sexual «adecuada», ya que cada individuo tiene un deseo basal único. «Lo importante es observar cómo nos sentimos, qué consideramos normal y qué podemos hacer para cambiar la situación si no nos satisface», concluye.