Un trágico hecho que sacudió a la Región de los Ríos. Un asesinato por parte de un psicópata confeso. José Enrique Gaete, un repartidor de pan quien terminó aceptando la responsabilidad del macabro crimen.
La cabo Segundo del regimiento Maturana, María Elizabeth Orellana Hernández, se comunicó por última vez con su padre el domingo 30 de mayo pasado a las 8:40 de la mañana y nunca más supieron de ella, hasta que a través de una investigación dieron con el asesino.
La última vez que vieron a la militar de 28 años, que andaba de franco, fue la noche del domingo en La Unión. María Elizabeth el lunes tendría que haber estado a las 6 de la mañana en el regimiento, pero nunca llegó.
Era una instructora de artillería muy responsable, por eso a primeras horas del lunes se realizó una investigación. Una persona estaría confesa del crimen de Orellana, pero todo es materia de análisis por parte de Carabineros.
