Tras tener que caminar una hora para llegar al colegio, el menor ahora se demora solo 10 minutos.
Viernes 8 de febrero de 2019 | 09:17
A principio del año pasado comenzó a circular en la web una fotografía de un niño chino que llegó al colegio con el pelo congelado. Wang Fuman debía caminar todos los días 4,5 kilómetros soportando temperaturas extremas para poder educarse.
Sin embargo, su situación actual es completamente distinta. De vivir en una pequeña choza hecha de barro en las afueras de la ciudad, ahora está junto a su familia en una casa de dos pisos a solo 10 minutos del establecimiento.
Gracias a esta viralización no solo Wang se vio beneficiado, ya que gracias a un programa implementando en su colegio ahora le regalan ropa de invierno a los alumnos e implementaron calefacción en las salas.