Para la familia de Antonia Garros, el sólo hecho de ver a Andrés Larraín en el banquillo de los acusados ya es un avance. A dos meses de su muerte, el ex pololo, el mismo que según Consuelo Hermosilla, sometió a su hija a malos tratos mientras estuvieron juntos, ahora enfrentó a la justicia.
Larraín fue formalizado por dos casos de lesiones menos graves, en contra del conserje del edificio que agredió el mismo 6 de febrero, día en que Antonia se lanzó al vacío desde el piso 13, la segunda fue una agresión previa a la joven en el mes de diciembre. El hombre ingresó y se retiró por una puerta lateral del Tribunal de Garantía de Chiguayante, ya que habría sido amenazado, algo que no cree la familia de Antonia, más bien es un tipo de protección que estaría recibiendo por parte del poder que tendría su padre, declaró Consuelo.
Tenía 23 años y un futuro por delante, pero todo apunta a que no resistió más, resistiendo en silencio la violencia de la que era víctima, solo cercanos se daban cuenta de algunos actitudes y moretones en su cuerpo, quisieron ayudarla, pero no pudieron.
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