Un romance que pudo ser como muchas historias de amor, pero que terminó convirtiéndose en un auténtico cuento de hadas. Ese, en que una sencilla y espontanea joven se enamora del ídolo y capitán de la selección chilena.
La historia remonta desde el 2001, cuando Carla Pardo y Claudio Bravo, oriundos de Viluco, aún estaban en el colegio, ella sólo había tenido inocentes romances.
Como si el destino estuviese escrito, la vida los reunió más de lo que imaginaban. Un 8 de abril, poco antes del cumpleaños de Claudio, se encontraron cuando ella bajaba de un colectivo justo al llegar al colegio. No bailaron ni compartieron, pero al parecer ya sentían "mariposas" en el estómago. Para
Para criar cuatro hijos y llevar diez años de casados, hubo antes un enorme compromiso entre ambos. Nada sería fácil, tampoco lo fue el proceso de conquista para Claudio, ya que Carla cuenta que a las dos semanas del reencuentro, él insistentemente llegaba en bicicleta y trataba de enamorarla.
