Los cámelidos sudamericanos podrían aportar con sus anticuerpos para desarrollar un tratamiento en beneficio de pacientes afectados por COVID-19. Investigadores de la Universidad Austral buscan desarrollar inhaladores que bloquearían acceso del virus a las células humanas.
Los camélidos se han trasformado en una de las grandes esperanzas para neutralizar el coronavirus. Y aunque todo está en fase experimental, científicos de Estados Unidos, Bélgica y Chile señalan que, utilizando anticuerpos de estos animales, es posible lograr una gran efectividad para bloquear la capacidad del virus para infectar las células. Las pruebas iniciales han dado buenas señales.
En nuestro país, un equipo de investigadores de la Universidad Austral de Chile (UACH) está trabajando en la búsqueda de anticuerpos de alpaca (nanobodies) capaces de bloquear y neutralizar el virus, para generar una terapia administrada por inhalación.
Lee tambien: Estudio sostiene que los anticuerpos de las llamas podrían bloquear el coronavirusA través de una alianza con un laboratorio en Canadá, creador de la vacuna contra el ébola, se pondrá a disposición del Hospital Base y la UACH una vacuna desarrollada por su laboratorio, con la intención de realizar un estudio clínico Fase 1 en Valdivia.
“La idea es poder inducir el sistema inmune de la alpaca para que reconozca en forma eficiente la cepa del coronavirus que anda dando vuelta y con ello desarrollar anticuerpos que sean efectivos para la neutralización”, sostiene el doctor Alejandro Rojas, jefe del Laboratorio Biotecnología Médica de la Universidad Austral.
El académico señala que cuentan con tecnología de punta para poder realizar su trabajo. Destaca uno de los microscopios automatizados más avanzados del mundo, el Celldiscoverer 7, que junto a un sistema robotizado les permite buscar, extraer y caracterizar 96 muestras en media hora.
Gracias a ello, son capaces de identificar miles de anticuerpos que podrían ser candidatos para combatir el virus, esta tecnología les permite reducir los tiempos de investigación. “Esperamos tener algo rápido para toda la población y poder reducir el impacto que ha generado el coronavirus en el mundo”, señala el doctor Rojas.
Hace un par de años, investigadores del instituto Scripps de California identificaron que la sangre de la alpaca tenía capacidad de servir como anticuerpos para combatir distintos tipos de gripe. Algo que en la Universidad Austral ya estaban trabajando en estudios que apuntaban a desarrollar tratamientos que podrían servir contra enfermedades como el cáncer de mamás, el Zika y el dengue entre otras.
“Esto abre una gran posibilidad para generar un antiviral basado en anticuerpos que se originan en las alpacas. Para ello contamos con una plataforma que establecimos desde hace tres años con ayuda del gobierno regional y con la que se están produciendo anticuerpos locales como es el virus hanta” explica el investigador de la Universidad Austral.
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Los camélidos sudamericanos y camellos del viejo mundo tienen la particular característica de generar dos tipos de anticuerpos. Un grupo de ellos son similares a los de otras especies animales y los humanos. Sin embargo, también producen anticuerpos de pequeño tamaño llamados nano anticuerpos; estos surgen cuando un agente patógeno ingresa a su organismo y se activa un gen que los produce.
"Si se pudiesen replicar en cantidades estos nano anticuerpos, sumado al hecho de que son pequeños además, se podrían aerolizar, es decir ponerlos en forma de inhalador, donde irían directamente a los alvéolos de los pulmones y si el virus está ahí, bloquear la espiga del virus y entonces evitar el ingreso a las células e impedir la enfermedad", sostiene el doctor Luis Raggi, académico del Departamento de Ciencias Biológicas Animales, perteneciente a la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile.
Esa es la virtud de los nano anticuerpos: son tan pequeños que bloquean el mecanismo de espiga a través del cual el coronavirus ingresa a las células y al no poder hacerlo, es imposible que se reproduzca por lo que desaparece.
Según el informe del Ministerio de Salud entregado este lunes 18 de mayo, 28 personas fallecieron de COVID-19 en el país en las últimas horas. El total acumulado de decesos desde el inicio de la pandemia se eleva a 478 y la cifra de contagios superó los 46 mil casos, lo que nos ubica en el puesto 18 dentro de los países con más infectados en el mundo. La comunidad científica trabaja contra reloj para encontrar un tratamiento clínico efectivo para enfrentar la enfermedad o una vacuna que impida su propagación, pero los expertos llaman a tener cautela.
“Podría ser esperanzador, pero no hay generar sobre expectativas. Este tipo de tratamientos tiene un valor agregado por ser una opción para personas inmuno comprometidas y personas muy mayores. Pero hay que ser cautos y esperar nuevos estudios", dice Ezequiel Hidalgo, director de conservación e investigación de Buin Zoo.
El profesional dice que, aunque todas las investigaciones que se están realizando son un gran aporte, todavía permanecen en una etapa experimental y hay que esperar.
Lee también: Laboratorio obtuvo resultados positivos en vacuna para COVID-19: Participantes generaron anticuerpos contra el virusLos expertos están muy atentos al trabajo de la comunidad científica y coinciden en que muchas veces el problema son los fondos. "Acelerar el proceso, la investigación que en estos momentos realiza el doctor Alejandro Rojas de la Universidad Austral, podría tener un costo de 4 millones de dólares", asegura Luis Raggi.
"Creo que es importante señalar que esto no es una vacuna, es bloquear al virus uniendo un anticuerpo a una parte fundamental del virus. Pocas veces la ciencia se dedica tan rápido y tan concentradamente en una solución, ello porque las repercusiones son muy relevantes: salud pública, economía, turismo, alimentación... en fin, todo lo que hoy está trastocado y ha cambiado al mundo en un lapsus de 100 días, sentencia el académico", finaliza.