The Special One decidió obsequiarle la presea a un joven que estaba en la tribunal del estadio. Además, disparó munición pesada contra el árbitro del partido por un penal que pudo cambiar la historia.
Fiel a su estilo. Así se puede resumir lo que hizo el entrenador de la Roma,
José Mourinho, tras
la derrota de su equipo en la final de la
Europa League ante el Sevilla en penales.
El reconocido estratega portugués no aceptó la derrota contra los ibéricos y
decidió nada menos que obsequiar su medalla de plata a un hincha que estaba en la tribuna del Puskas Arena de Hungría.
The Special One recibió la
presea muchos antes que el resto de la delegación italiana y fue directamente a la tribuna del recinto, lanzándola a un joven que quedó simplemente anonadado.
Consultado por esto, la respuesta del luso fue más llamativa aún: "Siempre lo hago, me quedo con las de oro y
regalo siempre las de plata. No quiero las de plata", dijo a
ESPN.
Pero no Mourinho no se quedó ahí y
crítico el desempeño del árbitro Anthony Taylor, especialmente por un presunto penal no cobrado a favor de la Roma a los 35 minutos del segundo tiempo.
Consultado sobre si el juez tuvo alguna incidencia, Mou precisó:
"Una no, tantas, pero ya está. Se acabó".
De todas maneras, el portugués
felicitó a su rival y al entrenador, José Luis Mendilibar, a quien abrazó efusivamente una vez concluida esta inolvidable final.