El agresor fue declarado culpable en 1994 por homicidio en segundo grado. Su pena fue la mayor para asesinos juveniles, es decir nueve años de cárcel. Sin embargo, ya de adulto, se le cambió la condena por cadena perpetua. Hoy, a sus 42 años, busca la libertad condicional.
La historia se remonta al pasado lunes 2 de agosto de 1993 en el pueblo de Savona, estado de Nueva York, Estados Unidos.
Eric Smith, un niño de 13 años iba pedaleando su bicicleta por el parque. Su melena de pelo rojo y las pecas de su cara eran sus principales características físicas que lo hacían bastante reconocible.
En ese momento, se cruzó en su camino con el pequeño de cuatro años, Derrick Robie, quien iba caminando solo con un bolso de comida en sus manos. Se dirigía hacia el campamento infantil desde donde venía Eric. Allí fue cuando Smith bajó de su bicicleta y convenció a Derrick para llevarlo hasta la profundidad del bosque de la zona.
Estando fuera de la mirada de cualquier testigo, tomó a Derrick del cuello y lo estranguló. Cuando este se desmayó, tomó unas piedras y apuntó directo a su cabeza sin detenerse.
Tras lo anterior, el menor de 13 años le quitó la ropa al de cuatro, buscó una rama de árbol y la introdujo en su ano. Luego de ello, abrió su mochila, sacó el plátano que la víctima traía, lo tiró al suelo y lo aplastó. Allí, sacó un sandwich, lo desenvolvió y con sus manos intentó introducirlo en su boca.
Finalmente, abrió una bebida llamada Kool Aid, tomó unos sorbos y lo que sobró la derramó en el cuerpo inerte.
Lee también: Muere conocida influencer paraguaya en tiroteo durante festival de músicaEs relevante consignar que a Eric, minutos previos al brutal homicidio, lo habían expulsado del campamento por mala conducta y agresiones menores a sus otros compañeros.
En paralelo, a las 11 de la mañana, Soreen Robie, mamá de Derrick, salió a buscar a su hijo, ya que era la primera vez que lo dejaba ir solo al campamento que estaba a 100 metros de su casa.
"Me dió un beso y me dijo: ‘Está okey ma, voy solo. Puedo. ¡Te quiero ma!", recordó la mujer, quien hasta ese entonces, no lo dejaba ir solo a ninguna parte, aunque Savona era un pueblo tranquilo.
Cuando Doreen llegó al campamento a retirar a su hijo, le comunicaron que nunca había llegado. La mujer, no dudó y corrió a la policía para realizar la denuncia. Funcionarios de orden, demoraron cuatro horas en encontrar el cuerpo del niño asesinado, asegurando que la causa de muerte fue por un traumatismo craneal y asfixia.
"El asesinato, a plena luz del día, de un niño nacido el 2 de octubre de 1988 llamado Derrick Robie", titularon los medios al día siguiente tras hacerse pública la noticia, no obstante, aún no se sabía la historia completa.
La única pista que había en el lugar de los hechos eran unos anteojos tirados sobre el pasto del bosque. No obstante, antes de comenzar a investigar, a los tres días del homicidio, Eric Smith fue por su propia voluntad a ofrecer su testimonio.
Lee también: Dos extraterrestres comiendo un cuerpo humano: La nueva intervención de PETA contra el consumo de carneSegún los medios internacionales, Eric dijo que cuando volvía del campamento de verano, había visto pasar a Derrick, pero inmediatamente los policías se dieron cuenta que el ángulo de visión descrito no coincidía.
Eric cambió la declaración y comenzó dar luz verde a algunos detalles del crimen. Fueron con él para reconstruir los hechos, y percibieron que el niño disfrutaba de su papel protagónico.
Debido a lo anterior, los detectives comenzaron a sospechar de Eric, quien no dudó en responder: "Creen que lo maté yo, ¿verdad?", comentó con la voz notoriamente quebrada.
En ese momento, uno de los detectives, le pasó una bebida roja llamada Kool Aid, la misma que habían encontrado en la escena del crimen. Eric la tiró al suelo y el detalle no pasó por alto.
Incluso, familiares y vecinos también sospechaban del menor. En primera instancia, hace algunos días Eric había llegado muy nervioso a casa, y su padrastro le dijo que podía golpear un saco de boxeo hasta cansarse.
Días después, Eric llegó a la casa con las manos con sangre. Al responder la pregunta sobre qué le había ocurrido, señaló que había estado golpeando un árbol para descargarse. Su abuelo Red Wilson, intuía que podía esconder algo, pero jamás se imaginó el macabro crimen.
Lee también: Spotify y Joe Rogan responden ante el boicot provocado por desinformaciones relacionadas al COVID-19Por otra parte, Marlene Haskell, vecina muy cercana s u familia,también tuvo un papel importante en la investigación. Contó que Eric le preguntó qué era lo que pasaba si el asesino era un niño. Ella le respondió que si fuera así habría que darle ayuda psicológica.
Pero la vecina de Eric no se quedó con la duda. Según señala la causa de las indagatorias, la mujer fue a comprar helados, nueces y bananas. Le ofreció a todos los miembros de la casa, y Eric curiosamente aceptó los regalos para comer, menos la fruta que había pisado en la escena del crimen. "En ese momento sentí miedo", dijo la vecina quien se había convertido sin querer en una investigadora de la causa.
Finalmente el 8 de agosto de ese mismo año Eric terminó confesando. Le dijo a Tammy, su madre que era él quien había matado a Derrick Robie. En ese momento, recordó que ese mismo día, su hijo al llegar a la casa, ingresó rápidamente al baño a lavarse las manos, dejando una marca en el espejo como gotas de sangre. La familia no lo dudó y fue a la policía para esclarecer los hechos.
Eric M. Smith nació un 22 de enero de 1980 en la zona de Steuben. Su clan familiar estaba compuesto por su madre Tammy, su padrastro Ted Smith y sus dos hermanas mayores.
Según consigna Infobae, su infancia carecía de autoestima ya que era un chico muy inseguro. Se sentía distinto al resto debido a complejos por su apariencia física, lo que significó un blanco perfecto para los "matones" del colegio.
Lee también: Padres olvidaron a su guagua en el supermercado: Clientes lo encontraron en un carro de comprasEn ese momento de inseguridad, y de violencia de sus compañeros hacia su persona, fue cuando sofocó hasta la muerte al gato de uno de los residentes del barrio. Una señal que nadie tomó en cuenta.
Por otra parte, las autoridades creían que la naturaleza sexual del crimen era debido a los problemas que habían en su hogar. Su hermana mayor, Stacy, había sufrido abuso sexual por parte de su padrastro, quien admitió los cargos en contra de su hijastra, negó haber abusado de Eric, y reconoció que le pegaba con el cinturón cuando chico.
En ese contexto, cercanos que prestaron testimonios a la investigación, afirmaban que Eric se llevaba muy bien con sus abuelos, pero que siempre fue un niño con problemas de ira que incluso eran incontrolables para sus profesores en el colegio.
Los expertos llegaron a concluir que la conducta de Eric no era por su maltrato cuando pequeño, ya que vieron en él una gravísima incapacidad para expresar sus emociones.
No obstante, advirtieron que había un posible para su violencia extrema: una medicación que tomaba su madre en el embarazo para controlar los ataques de epilepsia que sufría. Su nombre era el Tridione, droga que podría haber provocado un daño irreparable en el feto, sin embargo, aquello no se pudo comprobar.
En 1994 fue declarado culpable por homicidio en segundo grado y condenado a la pena máxima para asesinos juveniles que conlleva un mínimo de nuevos años de prisión efectiva. En ese momento, su familia se largó a llorar y su abuela se desmayó, pero Eric siempre estuvo tranquilo.
Lee también: En cuestión de segundos: Policía sufre insólito robo de su celular en plena estación de metro"Una de las cosas que más me asustaron de esta situación es que no tenía duda alguna, nunca la tuve, de que si no hubiese sido capturado, Eric Smith, habría vuelto a matar. Eso es aterrador", dijo el fiscal John Tunney.
Es relevante consignar que tras los nueve años de prisión, habiendo cumplido la mayoría de edad, la justicia determinó que Eric debía cumplir una cadena perpetua, pero con la posibilidad de pedir una libertad condicional.
Con el pasar del tiempo, Eric, mostró signos de arrepentimiento y pidió disculpas públicas a la familia: "Si pudiese volver atrás en el tiempo, me gustaría cambiarme por Derrick y soportar todo el dolor que les he causado. Pero no puedo", señaló.
Desde el 2001, Eric solicitó diez veces la libertad, pero cada vez le fue negada. No obstante, la undécima fue otorgada y le dijeron que podría salir el 17 de noviembre de 2021, tras 27 años de cárcel.
Pero hubo un problema. ya que el domicilio que tenía acreditado era en su casa de Savona, era un lugar al cual no podía volver por los hechos del pasado, o así lo dictaminaron los jueces.
Lee también: Murió la ex Miss Estados Unidos 2019 al caer desde un rascacielos en Nueva YorkAsí fue como su fecha para salir de la cárcel quedó pospuesta para el 11 de enero de 2022, sin embargo, su liberación volvió a postergarse debido a que sigue sin tener un domicilio aprobado por los jueces. Hoy, Eric tiene 42 años de edad.
"Siento que la gente merece una segunda oportunidad. Mi corazón se partió por la familia Robbie. No puedo imaginar por lo que atravesaron y por lo que atraviesan ahora, luego ver que se le otorgará la libertad condicional", declaró una de sus hermanos a los medios de prensa.
"Eric se tomó en serio el ejercicio de la cristiandad, quiere hacer el bien, probar que no es el monstruo que dicen que es. Tenía 13 años cuando todo ocurrió y no sabe realmente cómo es vivir en sociedad, necesitará herramientas para hacerlo. Espero que la gente lo deje volver y que pueda probar que vale la pena que lo dejen (...) Soy su hermana y siempre voy a quererlo", añadió.
Finalmente, el ex fiscal del caso, John Tunney, consultado por el medio 18 News expresó: "Todo lo que puedo pensar es en Doreen Robbie. La imagino parada en la fila de la caja del almacén King ‘s de Savona, esperando para pagar y la persona detrás suyo, siguiente en la fila, es Eric Smith".