Karen Padilla, persecutora a cargo de las indagatorias, explicó en Contigo en la Mañana que la chilena puede regresar al país en medio de la investigación. Además, explicó a qué penas se arriesga su marido, Giorgio Armas.
Gran revuelo causó el caso conocido la semana pasada de la chilena Viera Rivera, quien acusa haber sido secuestrada por casi 4 años por su esposo en Perú, siendo rescatada recién la semana pasada.
El suceso ya está en manos del Ministerio Público local, donde se están realizando las diligencias necesarias para buscar probar que efectivamente la compatriota estuvo contra su voluntad en el vecino país.
De acuerdo a las indagatorias, uno de los motivos que retenía a Viera de arrancar directamente era su pequeña hija, ya que nunca se le pasó por la mente retornar sin ella.
En conversación con Contigo en la Mañana, la fiscal a cargo de la investigación, Karen Padilla, aclaró que actualmente Rivera tiene la tutoría legal de la niña, por lo que está en condiciones de traérsela a Chile.
“Eso ya lo están coordinado el Centro de Emergencia Mujer (CEM) en Lima por el permiso. Pero la tenencia provisional (de la hija) ya la tiene la señora Viera”, explicó la persecutora.
Asimismo, recalcó que de momento no han confirmado que su marido, Giorgio Armas, haya realizado amenazas de muerte directas contra Rivera, pero que sí hay una orden de alejamiento de la víctima.
Consultada sobre qué penas arriesga el presunto autor del delito, Rivera precisó que el secuestro en Perú tiene una condena que parte en los 30 años mínimos de cárcel, lo cual no quiere decir que este va a ser el caso.
En ese sentido, la Fiscal enfatizó en que “una vez que se culminen las diligencias, se va a verificar bien la tipificación jurídica. Ahora que se formalice la investigación, ya tendré la tipificación correcta para los hechos denunciados”.
Respecto a los hechos que vivió Viera, la persecutora indicó que la víctima “estaba privada de su libertad. Ella ha manifestado salir en una oportunidad a comprar, pero la dejaron salir sola y la bebé se quedó dentro de la casa, motivo por el cual ella inmediatamente regresó”.
“En todo momento ella ha sido vigilada y controlada ante una salida. Difícil era que tuviera a su bebé cuando salían, la tenían (a la niña) el suegro o el esposo”, añadió.