A una semana del cambio de mando, el ministro de Educación hizo un balance y se refirió a algunos de los principales desacuerdos que tuvo con ciertos grupos mientras lideró la cartera de Educación. Sin embargo, expresó que "me siento muy satisfecho de todo lo que hemos hecho”.
Mientras los casos de coronavirus experimentaron un alza importante durante febrero, el retorno a las clases presenciales constituyó un asunto que pasó por momentos de alta incertidumbre. El Ministro de Educación Raúl Figueroa ha sido, desde el inicio de la pandemia, un férreo defensor de maximizar la presencialidad en los colegios, argumentando en diversas oportunidades que estos contaban con las condiciones y protocolos necesarios.
En sus últimos días antes de dejar el cargo, este viernes la autoridad criticó a quienes durante estas últimas semanas estuvieron en contra de volver físicamente a los establecimientos, asegurando además, que lo más difícil "fue constatar que para un grupo importante del espectro político en Chile la calidad de la educación no era más que un eslogan".
En conversación con La Tercera PM, el secretario de Estado señaló que si bien fue acertado cerrar los colegios rápidamente desde el punto de vista de los resguardos sanitarios, sabía que "iba a ser difícil volver a abrir". Además, dijo que "toda la evidencia demostró que lo más efectivo para evitar la amplitud de las brechas era volver a abrir las escuelas".
Lee también: Ministro Figueroa arremete contra el Colegio de Profesores: “Han sido una piedra en el zapato para el país”"Mientras nosotros nos movimos por convicciones, otros se paralizaron por intereses políticos o personales", dijo, añadiendo que "en ese sentido me siento orgulloso de haber impulsado la apertura con seguridad de los establecimientos, porque nunca tuvimos duda de que era lo correcto".
"Chile tiene un cúmulo de experiencias en que lamentablemente se ha hecho del sistema educacional una trinchera política. Y, por lo tanto, de alguna manera se cruzan los intereses. Mientras desde el Mineduc y un sinnúmero de comunidades educativas se hacían todos los esfuerzos para reabrir, otros sectores vinculados a la oposición y alcaldes optaron por la parálisis para evitar mayores dificultades en su gestión. Esto estuvo muy cruzado con las elecciones", sostuvo.
Lee también: Futuro ministro de Educación por retorno a clases: “La presencialidad debe ser la regla”El titular de Educación puso énfasis en que "hay una cierta tendencia a confundir el carácter, las posiciones claras y los objetivos fundamentales con una teórica falta de diálogo. Y siempre mantuvimos el diálogo abierto". "Es fácil decir que no hay diálogo cuando lo que quieres, en definitiva, es imponer tus términos, sabiendo que perjudican el bienestar de los niños, y para nosotros eso era un intransable", añadió.
"Creo que partimos de un diagnóstico que no fue adecuado y era que para todos, esto era fundamental. Y constatamos que esa posición no era real. Esto llegó a tal punto que durante la campaña presidencial no se habló nunca de educación". Finalmente, con respecto a su gestión, concluyó que "me siento muy satisfecho de todo lo que hemos hecho”.