Mientras participaba de la entrega de unos terrenos en la ciudad magallánica, el mandatario se acercó a conversar con vecinas que se encontraban protestando en el lugar.
El presidente Gabriel Boric participó de un acolarado intercambio con integrantes de una junta de vecinos mientras se encontraba en una actividad en Punta Arenas, región de Magallanes y la Antártica Chilena.
El hecho ocurrió esta jornada, cuando encabezaba una entrega de terrenos para la construcción de la Biblioteca y Archivo Regional. En eso, se acercó a unas manifestantes de la población Silva Henríquez.
Las mujeres, según se aprecia en el registro de Emol, reclamaban por la contaminación en aguas del lugar, cuya responsabilidad atribuyeron a tomas que se encontrarían en las cercanías.
"Voy a ir de sorpresa para ver qué esta pasando", afirmó el mandatario. "Muchas veces usted no sabe las problemáticas que tienen los vecinos acá en Punta Arenas", fue lo que dijo una señora en respuesta.
Sin embargo, la conversación subió de tono cuando una de las presentes aludió a los supuestos beneficios que obtendrían los ciudadanos extranjeros en la ciudad, acusando que serían "excesivos".
"Si nosotros los chilenos, nos vamos al país de ellos, ¿nos van a dar las garantías que tienen ellos? Tienen casa, tienen salud, tienen todo gratis", consultó la pobladora.
¿Qué respondió el Presidente? "Eso no se lo voy a aceptar, es que no se lo voy a aceptar, es que no es cierto. A nadie se le está regalando nada de la nada. Este como mito que dice que a los extranjeros se le regalan casas por ser extranjeros, no es cierto".
Si bien continuaron algunos segundos debatiendo sobre el tema, el jefe de Gobierno concluyó la conversación recalcando que revisará la acusación inicial, respecto al estado de las aguas.
"El problema que tienen ustedes independiente de esto, es real y ese problema, como Estado, tenemos que darle una situación", dijo en Punta Arenas.