Dos personas murieron tras caer más de 3.200 pies de altura tras un accidente a bordo de un avión de Aeroinnova en 2020. Según los padres de una de las víctimas, esto habría sido causado por un elemento plástico ubicado en la bomba eléctrica de combustible de la máquina. Algo que la empresa involucrada niega.
José Aldunce, experimentado piloto de combate e instructor de vuelo en la empresa Aeroinnova, y Tomás Gutiérrez, su alumno, perdieron la vida el pasado 17 de enero de 2020. Alcanzaron a volar durante 20 minutos y luego cayeron desde 3.200 pies de altura en Colina, ocasionando su muerte de forma inmediata tras el impacto. De acuerdo con Claudio Matute, abogado de la empresa, las aeronaves contaban con todas las mantenciones al día, pero mientras pasaba el tiempo, las familias de las víctimas acrecentaron sus dudas sobre un eventual incendio en la cabina como causante del accidente. Los padres de Tomás solicitaron un metaperitaje a la presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Legal Forense y Criminalística, Carmen Cerda, para determinar si es que realmente hubo un incendio en la aeronave. Según ella, "todo apunta a eso", y en el informe la doctora concluye que el monóxido de carbono y el hollín detectado en laringe y traquea del piloto, y las quemaduras en las vías respiratorias de Tomás demuestran que respiraron fuego antes de fallecer. Por otro lado, las imágenes de la línea de combustible del aparato gemelo dan otra pista. Estas fueron captadas por Manuel Ormazábal, técnico de mantenimiento del avión, mostrando que en los extremos de la bomba eléctrica de combustible había amarras de plástico y no de metal. Algo que no es recomendado por el manual del mismo y que, según peritos, podría haber sido el causante de las llamas.