No se detiene: Así opera la distribución de la droga durante la pandemia

Aún bajo cuarentena y toque de queda, es sorprendente que la actividad de los microtraficantes no ha desaparecido de los barrios en las distintas zonas de Santiago.

Es que no verlos, no significa que hayan dejado de actuar: simplemente se las están ingeniando para llevar a cabo sus transacciones durante la pandemia.

Entregas a domicilio, con un precio más alto, pero cómodamente para consumidores que no se arriesgan en la vía pública.

De eso se ha encargado personal de la PDI, con tal de identificar a quienes se están encargando de abastecer aquella fachada que utiliza incluso a algunos repartidores de comida rápida.

Una casa de Macul, supuestamente dedicada a la venta de longanizas artesanales, fue el objetivo de un operativo del equipo MT-0 apoyado por perros antidrogas. Lo que se buscaba no estaba en los cajones de este mueble de un dormitorio sino en varios agujeros secretos.

Se encontraron altas dosis de cocaína envasada y lista para su entrega.

Tras las pruebas de campo realizada por los investigadores, el dueño de casa terminó detenido. La sustancia había sido altamente adulterada, efecto de la escasez durante estos tiempos.

Desde el 15 junio a este martes 7 de julio, durante el confinamiento en la Región Metropolitana, la PDI ha realizado 155 procedimientos de este tipo, donde 103 puntos de venta han sido ubicados.

El ranking de drogas incautadas incluye más de 8 mil dosis de clorhidrato de cocaína, más de 3.500 de cocaína base y más de 9 mil de cannabis, lo equivalente a unos 45 millones de pesos.

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