Aseguran que después del relajo de las medidas sanitarias, comenzaron los problemas con la llegada de personas desde la Región Metropolitana. Desde ese momento, acusan, comenzó el calvario: peleas entre bandas rivales, asaltos, robos , narcotráfico y homicidios son parte del panorama actual.
En el último tiempo las cosas han cambiado en lo que antes eran tranquilos balnearios con mayor actividad en el periodo estival: asaltos, robos a viviendas, peleas entre bandas rivales, tráfico de drogas y homicidios son algunos de los hechos que han aumentado. Una muestra de esto es el asesinato a un comerciante ambulante en la caleta pesquera de San Antonio, hecho ocurrido hace algunos días.
El alcalde de Cartagena, Rodrigo García, reconoce que estas son situaciones nuevas en la zona: "Post pandemia se han dado en distintas comunas de este litoral, lo que obviamente eso tiene que ver con el aumento de la cantidad de personas que se ha trasladado de la Región Metropolitana".
Lee también: Vecinos de Calera de Tango y San Bernardo viven encerrados por mal olor de empresa avícola y plaga de moscas"Hay casas que toman los narcos, que después se descubre que es un laboratorio, hay ajustes de cuentas, balazos, fuegos artificiales todas las noches", afirma por su parte Julio Denis, residente de El Tabo.
Esta crítica situación llevó a un grupo de un grupo de comerciantes y agrupaciones vecinales a sumar fuerzas y alzar la voz para encontrar una solución a la crisis de seguridad que se vive en el sector. Incluso, han decidido ellos intervenir para resguardar segundas viviendas que desconocidos llegan directamente a tomárselas.
Una de las medidas que adoptaron fue instalar una cadena para custodiar un sector de residencias. Pamela Guajardo, organizadora de la agrupación Recuperemos El Tabo, cuenta que ella y otras personas del lugar hacen turnos durante todo el día. Cada persona que entra al sector debe identificarse.
Los problemas también se arrastran hacia la playa, donde se han registrado disputas, como una pelea entre comerciantes ambulantes que terminó con uno de ellos persiguiendo al otro con cuchillo en mano.
"El gallo le iba a enterrar el cuchillo al otro porque estaba vendiendo las frutillas más baratas. A ese nivel. Esta gente de las playas son choros. El año pasado le pegaron a unos guaridas de seguridad. Entonces es algo que escapa de nuestras manos", detalla Paola Oteiza, del grupo de concesionarios de El Tabo.
Lee también: "Que se pudra, no estoy ni ahí": Así reaccionó el hermano de Felipe Rojas tras la reconstitución de escenaDenis expresa su preocupación por cómo puede afectar estos problemas de seguridad con la temporada de verano: "El 40% de los ingresos de los negocios está concentrado en enero y febrero. Cualquier cosa que pase en esos meses es casi darle un golpe al 50% de los ingresos de todos los negocios de El Tabo".
Por eso quieren mayor seguridad para los residentes, pero también para los turistas, cuando se espera que el litoral central tenga una población flotante de más de 1 millón de personas, en la medida que las restricciones también permitan los accesos a veraneantes.
El denominado "Plan Estrella" que se impulsó en el 2004 en el litoral central ya no existe, y según señalan autoridades, la dotación y recursos para el personal policial no da abasto.
"52% del parque automotriz de Carabineros que está dado de baja o en condiciones de no utilizable, del 48% restante, más del 15% tiene serios problemas operativos", asegura Roy Crichton, consejero regional.
Tras reuniones de los alcaldes con el Gobierno, la semana pasada hubo noticias al respecto: 77 efectivos policiales llegarán a la provincia de San Antonio.
Lee también: Pelea entre operadoras y un sujeto marcó el inicio del cobro de estacionamientos en Viña del MarNo obstante, esta cifra no parece ser suficiente, de acuerdo al jefe comunal de Cartagena: "De 170 mil habitantes, que aumente a un millón y medio, 77 carabineros la verdad es que es insuficiente".
"Nosotros sentimos que no hemos sido escuchados. La preocupación nuestra es efectivamente que aquí mueran personas inocentes, con respecto a un ajuste de cuentas o una situación de una bala loca que puede llegar a un niño o un vecino".
Al respecto, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, sostuvo que "no hay que perder de vista que, seguramente, este va a ser un fin de año atípico, en el cual seguramente muchas personas de la Región Metropolitana no van a poder salir hacia el litoral y eso seguramente también va a bajar la carga a la cual hacen referencia los alcaldes, con respecto a la cantidad de gente que pudiese llegar de otras regiones, y eso también va a tener un efecto en las dotaciones policiales. Estamos en coordinación con ellos, sabemos que tenemos que apoyar a los alcaldes y alcaldesas en época estival".