Dado que sus compañeros no han querido cambiar, Pedro explotó y tuvo un día de furia en Gran Hermano, donde expuso los hechos y aseguró que ya no iba a hacer nada más por el resto de los jugadores.
Pedro alzó la voz y reclamó por el desorden que hay dentro de la casa de Gran Hermano gracias al poco cuidado que tienen el resto de los jugadores.
Astorga se levantó temprano y comenzó a limpiar todas las cosas que sus compañeros habían ensuciado tras la fiesta de este viernes. Lavó la loza, barrió, trapeó el piso y guardó comida en el refrigerador mientras todos dormían.
Sin embargo, Pedro se notaba cansado y cuando Gran Hermano pidió que cambiaran las baterías de los micrófonos, reclamó: "Yo no pienso cambiarlas, me tienen acá ya de perkin, tengo que despertarme a barrer todos los dias".
Además, agregó: "Nadie se digna a barrer, tengo que cambiar los micrófonos, tengo que hacer todo. Estoy un poco agotado, yo no se los pienso cambiar".
Acto seguido, Carlyn llegó a preparar el desayuno y le preguntó si se trataba de un trastorno obsesivo compulsivo, a lo que él explicó que era "lo básico", puesto que anoche sus compañeros habían comido choclo con mantequilla y ensuciaron el suelo con dicha grasa.
"Uno empieza a caminar y empieza a esparcir la mantequilla, no sé qué comieron anoche que dejaron empanada en el piso (...) para mí eso es lo mínimo, si se te cae algo, lo recoges", sentenció Pedro.
Carlyn hizo un mea culpa y aseguró que anoche había comido esas cosas con sus compañeros, pero no había estado consciente de las consecuencias y le ofreció preparar el desayuno para que no forzara más su brazo que está lesionado.