El hijo mayor de Catalina Pulido sufrió de hepatitis autoinmune, atacando su hígado y otros órganos que mostraron síntomas los días previos a su hospitalización.
Tras casi dos meses de su fallecimiento, Catalina Pulido habló en extenso con Diana Bolocco en el último capítulo de Podemos Hablar, donde reveló que su hijo mayor, Sasha, falleció a raíz de una hepatitis autoinmune.
En los últimos días, Pulido había conversado con Pamela Díaz en Hay que Decirlo, donde señaló que "en un principio, se pensaba que era una cirrosis".
Sin embargo, la actriz explicó en extenso cómo fueron evolucionando los síntomas de su hijo en Podemos Hablar, atacando principalmente el hígado.
Respecto de la última conversación que tuvo con su hijo señaló que sí la recuerda, pero "no fue muy coherente, si esas fueron las alarmas que se encendieron en mi cabeza".
Los cambios que hubo en su conciencia fueron determinantes para la actriz: "Ahí fue cuando decido que tiene que irse (a una clínica)", explicó.
Respecto de las razones por las cuales comenzó a fallar esta área, Catalina detalló que "cuando hay una toxicidad alta en la sangre porque tu hígado, tu páncreas y tus riñones no pueden depurar tus toxinas, hay algo que se llama encefalopatía".
Esta disfunción cerebral puede suceder cuando existe una hepatitis, en este caso autoinmune, por lo que "se van las toxinas a la cabeza y uno empieza a desvariar y a hablar incoherencias y ahí yo caché que él estaba en otra".
Finalmente, el daño en el cuerpo de Sasha era tan grande que sus posibilidades de sobrevivencia disminuyeron de un 10% a un 2%, y tras varios días de intensa lucha, el hijo mayor de Catalina Pulido falleció el 30 de octubre a los 28 años.