Pablo Aguilera revela excentricidades no tan conocidas de Raphael (siempre andaba con un computador)

Miércoles 17 de febrero, 1982. Miguel Rafael Martos Sánchez, conocido popularmente como Raphael, se presentaba por primera vez en el Festival de Viña del Mar a sus 39 años.

En medio de los gritos de euforia, el español salía al escenario bajando firme por las escaleras y levantando las manos para saludar a su fanaticada. Inmediatamente, tras la bienvenida, comienza a interpretar La noche.  

A los 39 minutos de su presentación, el público estaba totalmente conquistado. Antonio Vodanovic salía al escenario, destacaba su trayectoria, y en medio del clamor del monstruo entregaba la primera antorcha de plata –la cual hacia su debut para que la Gaviota fuera un premio exclusivamente de competencia– de la vigésima tercera versión del certamen.

Hoy, a sus 75 años, el oriundo de Linares (España), vuelve a reencontrarse por sexta vez con el público de la Quinta Vergara, tras sus presentaciones de 1987, 2005, 2010 y 2014, y abrirá los fuegos del lunes 25 de febrero.

Con 60 años de trayectoria, la intérprete de Mi gran noche continúa caracterizándose por su voz, innovación e histrionismo en el escenario, dejando en claro que su esencia no cambia, pero sí evoluciona.

Pablo Aguilera, periodista y locutor, ha seguido toda la carrera del intérprete de Digan lo que digan. Es más, lo ha entrevistado en más de diez oportunidades y asegura que entre ambos hay una “una especie de deferencia. Siempre ha tenido la gentileza de aceptar mis entrevistas y conversaciones”.

Por lo mismo, el locutor de Radio Pudahuel reveló extravagancias no tan conocidas del cantante español.

Infaltable computador

“Siempre está en contacto con sus hijos, con su mujer, él se preocupa mucho de eso, de mantener ese contacto. Eso me llama la atención, porque a la altura que tiene no sería un problema más allá, pero el mantiene, en lo personal, ese contacto permanentemente. Esa es una característica bien propia de él, que no todos los artistas tienen”, afirmó el periodista.

De hecho, en una entrevista que le realizó en junio de 2018 en Radio Pudahuel, Aguilera le recordó al artista que siempre “estaba con su computador comunicándose con su familia constantemente”, característica que ha mantenido casi toda su vida.

No se escucha

En la misma instancia, además, el interprete reveló que él no se escucha sus canciones. “Yo sólo me oigo los defectos y como los veo venir, digo ‘ahí vienen’ jajajá”, confesó Raphael. A raíz de este tema, admitió que dijo una “barbaridad” en una de sus diez canciones más importantes de su carrera.

“Digo, ‘yo me encuentro entre trinieblas -tinieblas-’ y así se han vendido en millones de discos y yo cada vez que lo oigo me echo a morir”, contó entre risas al referirse al tema Cuando tú no estás.

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El duro episodio de las botellitas de whisky

Fue en 2003 que Raphael vivió un episodio que marcó su vida: luchó por su vida a causa de una hepatitis B. En abril de ese año, recibió un trasplante de hígado en el Hospital 12 de octubre en Madrid.

Años después de este duro momento, en una de sus visitas a Chile, el español fue a cenar con Pablo Aguilera, y le confesó su preocupación por las causas que derivaron la enfermedad que lo dejó al borde de la muerte.

“Con respecto al trasplante de hígado también conversó y en cierta oportunidad dio a conocer parte de la falla hepática que tuvo. Él dice que nunca se dio cuenta, que nunca fue alcohólico, pero en los viajes en avión, las azafatas le ofrecían botellitas de whisky y él se las iba tomando sin darse cuenta. Piensa que de alguna manera eso lo afectó junto con la alimentación, pero fundamentalmente nos contaba en modo de anécdotas de estas botellitas”, señaló el locutor.

“Fue una cosa particular, el precio que tiene que pagar el artista por tanto viaje y giras. Era raro porque nosotros de todo el tiempo que lo vimos, nunca lo notamos como una persona alcoholizada ni mucho menos. De alguna manera eso debe haber gatillado algo y se transformó en costumbre con tanto viaje y no se estaba cuenta de lo que estaba consumiendo”, añadió.

Será el pájaro que canta hasta morir

En materia de espectáculo, Pablo Aguilera resaltó distintas cualidades del español, especialmente por sus interpretaciones y puestas en el escenario.

“Pienso que es un mega artista, no es solamente un cantante, y lo ha demostrado en cada una de sus presentaciones. Ahora viene, por ejemplo, con una tremenda orquesta sinfónica, pero igual hace un tiempo atrás vino solamente con un pianista. Eso muestra la versatilidad y lo importante que es como voz. Su espectáculo completo es lo que lo ha mantenido a lo largo del tiempo”, contó.

Además, Aguilera destacó que la voz de Escándalo ha conquistado distintas generaciones, y que es un cantante “digno de ver en cualquier momento y oportunidad”. “Es un artista transversal. Muchas de sus seguidoras, de los primeros años, ya ni siquiera están en este mundo, sin embargo, sus descendientes han seguido con esta idea, recordando un poco a sus mamás, a sus abuelas, y siguen interesadas en Raphael (…) no me cabe la menor duda, tal como él dice, va a ‘ser como el pájaro que canta hasta morir”, sostuvo.

Finalmente, respecto a la relación que han mantenido ambos durante estos años, Pablo reconoció la sencillez y naturalidad que caracterizan al español. “Él es muy grato, incluso, hemos ido a cenar en más de una oportunidad y también ha mostrado mucha deferencia. El gallo es realmente un mega artista, es decir, es como estar con un Sinatra. Es bien interesante para uno, desde el punto de vista profesional, generar contacto de esa naturaleza, pero él lo toma con mucha sencillez, naturalidad, lo que también es parte de su grandeza”, reflexionó el locutor.

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