El programa Pesadilla en la Cocina se trasladó hasta la comuna de Macul para ayudar al restaurant italiano Arco y Baleno, el cual tiene un serio problema en el menú con unos maestros de cocina que son inexpertos.
Cuando Gustavo pidió las especialidades de la casa le llevaron los platos que consideraban "los mejores" del lugar, lo que no sabía Maurelli es que se llevaría una gran sorpresa.
Una de las comidas que más le llamó la atención al chef fueron unos ñoquis que estaban mal preparados, tanto que hasta rebotaban cuando se les aventaba a la mesa.
