Se limpió los oídos frecuentemente con cotonitos y desarrolló una infección que casi le costó la vida
Jasmine, australiana de 37 años, fue al doctor sólo cuando tuvo dolores y sintió que estaba perdiendo la audición. La bacteria que tenía había carcomido su cráneo detrás de la oreja y si continuaba avanzado podía llegar a su cerebro.“Hubiera esperado más y estaría muerta”, dijo el cirujano que la atendió.
19/08/2019