“Hubo momentos en que pensé que odiaba a mi bebé, aunque en realidad odiaba la situación y, más que nada, me odiaba a mí misma”, reconoció la mujer.
Miércoles 9 de noviembre de 2022 | 13:22
Una mujer se arrepintió de convertirse en madre luego de que por una década soñó con quedar embarazada. “Fue una pesadilla”, reconoció.
De acuerdo con el Daily Mail, la mujer a la que apodaron Alice Mann, congeló sus óvulos a los 36 años luego de terminar una relación seria. A los 40 intentó quedar embarazada con un donante, pero no tuvo éxito. Recién a los 44 años y con una pareja consolidada, logró convertirse en mamá.
Sin embargo, no todo salió como esperaba debido a que no se sintió feliz con la situación, sino que en principio incrédula y luego con sentimientos de negación.
“Cuando lo colocaron sobre mi pecho, no sentí esa oleada de amor de la que habla la gente. Sobre todo sentí incredulidad de que después de tanto tiempo, aquí estaba, era nuestro, éramos padres”, contó añadiendo que tres días después lloró de felicidad por su hijo.
“Pero cuatro semanas después estaba luchando por recordar ese sentimiento. Porque lo que sentí mientras miraba a este bebé que gritaba, el bebé que tanto había deseado, el bebé en el que había invertido tantos años de mi vida y tanto dinero, supongo que alrededor de £ 100,000 en total (…) al hacerlo realidad, no fue asombro”.
De hecho, confesó que hubo algunos momentos que pensó que odiaba al bebé, pero en realidad odiaba la situación y a ella misma.
“Me odiaba porque quería esto (…) porque después de años de buscar había encontrado a un hombre maravilloso y ahora había arruinado nuestra relación. Olvídate de las cenas íntimas y relajadas a la luz de las velas, ni siquiera podíamos comer al mismo tiempo, porque alguien tenía que cargar al bebé”.
Asimismo, agregó que se sentía culpable por “tener estos sentimientos antinaturales y poco maternales (…)”.
Pese a la situación, reveló que “a medida que nuestro hijo comenzó a sonreír y luego a reír, y de manera crucial a medida que todos dormíamos más, comenzó a convertirse en una fuente de alegría en lugar de tristeza”.