Tras una larga espera, por fin pudimos ver la nueva cinta del trepa muros de Marvel. En la siguiente reseña sin spoilers te contamos nuestra impresión respecto al cierre de la trilogía de Tom Holland en el UCM.
Viernes 17 de diciembre de 2021 | 15:44
Por Fabián Pino Villagra
Aunque se veía lejano, el esperado 15 de diciembre llegó, y con él lo hizo también Spider-Man: No Way Home. Personalmente, creo que no sería equivocado decir que se trata de la película más esperada del año. La entrega, dirigida por Jon Watts, estuvo marcada por una antesala llena de hermetismo, rumores y deseo por parte de los fanáticos. ¿Cumple la cinta todo lo prometido o solo se queda a medio camino?
Para responder esta pregunta, lo primero que debo decir es que me basaré en material promocional publicado por Sony y Marvel Studios. Esto, ya que, tal como lo ha dicho Tom Holland en reiteradas ocasiones, la cinta merece ser disfrutada con la mínima cantidad de información o spoilers posible.
La película recoge todo lo sucedido en las anteriores dos entregas, en donde pudimos ver al nuevo Peter Parker de Tom Holland. Más joven, rodeado de nuevos rostros y haciendo team-up con los Vengadores. Este nuevo arácnido ha tenido múltiples apariciones en recientes films de Marvel y esta tercera entrega de su saga significa el cierre de una primera etapa.
Como pudimos observar por los trailers y el final de Spider-Man: Far From Home, ahora todo el mundo sabe que Peter es Spidey. Tras un pensado engaño del fallecido Mysterio, la identidad secreta de Parker es revelada por el mismo J.J Jameson, quien emprende una sucia campaña de desprestigio y falsas incriminaciones.
Esta situación pone a Peter Parker en un lugar muy interesante, ya que es la primera vez que lo vemos lidiar con un problema tan grande. Esto es positivo, ya que precisamente una de las principales criticas hacia la iteración del arácnido de Marvel Studios es que este no había pasado por un proceso así. Esta critica no es solo por ver sufrir al trepamuros, sino que porque estas vivencias han sido fundamentales en los cómics para forjar su carácter y sentido de heroísmo.
Spider-Man: No Way Home nos entrega un Spidey agobiado, pero también un Peter Parker dividido y con difíciles decisiones por tomar. Esta división entre héroe y persona puede parecer sencilla, pero es algo fundamental que al arácnido de Tom Holland sin dudas le hacía falta.
Uno de los factores más importantes de la película es la presencia de villanos multidimensionales de anteriores entregas del trepa muros. Esto no es ninguna sorpresa, pues tempranamente tuvimos declaraciones de icónicos actores que volverían en su rol a la cinta y el segundo avance de esta incluso nos entregó un primer vistazo.
De esta manera, la entrega rinde tributo a los villanos más importantes del mito arácnido en el cine. Vuelven en gloria y majestad el Dr. Octopus, Duende Verde y varios más. Volver a ver a estos personajes, interpretados magistralmente por Alfred Molina y Willem Dafoe, es algo que no tiene precio. No es que las anteriores entregas del Spidey de Disney hayan flaqueado en términos de nivel actoral, pero dos gigantes consolidados, como lo son Molina y Dafoe, le entregan un peso adicional a la cinta y eso siempre se agradece. Sobre todo, cuando entregan una interpretación de tan alta calidad y puedes notar que se divirtieron regresando a sus roles.
Este hito arácnido sacó más de un grito y aplauso en la sala del cine, generando un fenómeno muy parecido a la frenética visualización que tuvo Avengers: Endgame en sus primeros visionados. Sin embargo, a modo personal, creo que no es algo que haga mejor o peor a la cinta. Si bien, sería demasiado simplista definirlo como mero “fanservice”, la aparición de estos personajes podría sentirse forzada y sus motivaciones, a ratos, demasiado simples para el hito que significan.
Más allá de eso, es un hecho que volver a verlos después de tantos años es agradable y se siente bien porque funciona. No como a todos les gustaría, pero funciona, al fin y al cabo.
La icónica frase dicha por el difunto Stan Lee al final del número 15 de The Amazing Fantasy, y más tarde atribuida al tío Ben en el mundo del cine, por fin cobra sentido con el Spider-Man de Tom Holland.
Con la llegada de peligrosos villanos, una exposición a nivel mundial y decisiones que marcan un antes y un después en la vida de Peter Parker, esta nueva cinta le hace justicia a la popular frase que define al querido héroe arácnido.
En este sentido, es un gusto que recientemente se haya confirmado que Holland estará en tres películas más de Spider-Man del universo cinematográfico de Marvel, ya que su evolución a lo largo de las últimas tres entregas generó una versión de Peter más madura, responsable y adulta… Algo que muchos hubiéramos querido ver desde el principio, pero que por fin podremos disfrutar de cara al futuro.
Con todos estos puntos en mente, a mí parecer la cinta sí cumple con lo prometido. Se convierte en un hito del cine de super héroes, además de producir altas emociones en base a la nostalgia y entregarnos una versión más madura de Peter Parker. No iría tan lejos en decir que es la mejor cinta del arácnido, espacio que en lo personal reservo para Spider-Man: Into the Spiderverse, pero sí creo que es justo afirmar que es un hito que celebra la identidad del trepa muros y regala a sus fanáticos una verdadera carta de amor.
Con una duración de dos horas y media, dos escenas post créditos y estrellas como Tom Holland, Zendaya, Marisa Tomei, Alfred Molina y Willem Dafoe, Spider-Man: No Way Home ya se encuentra en los principales cines del país. Recuerda que Spidey necesita tu ayuda para luchar contra los temibles spoilers y así todo el mundo podrá disfrutar de este hito arácnido a concho.