A solamente dos semanas del Golpe de Estado, La Roja se enfrentó a uno de los equipos más poderosos de Europa en busca de un cupo en el Mundial de Alemania 1974. El encuentro fue rocoso y las grandes figuras fueron Elías Figueroa y Alberto Quintano.
Miércoles 27 de septiembre de 2023 | 09:15
El 26 de septiembre de 1973 quedará para siempre en la historia del fútbol nacional. Ese día, la Selección Chilena afrontó uno de los partidos más complejos de su historia.
Solamente dos semanas después del Golpe de Estado, y en plena Guerra Fría, La Roja tenía que enfrentarse a la Unión Soviética por el repechaje al Mundial de Alemania 1974.
El partido, del que se este martes se cumplen 50 años, comenzó a jugarse mucho antes del silbato inicial. Los jugadores hicieron de todo para poder estar en el Estadio Lenín de Moscú y algunos se fueron con nerviosismo de no saber lo que estaría ocurriendo en el país por varios días.
Sin embargo, el plantel comandado por Luis "El Zorro" Álamos se plantó en la cancha y rescató un heroico 0-0 con los defensas Elías Figueroa y Alberto Quintano como figuras.
En el libro "El partido de los valientes" de Axel Pickett se recopilaron varios antecedentes y testimonios, donde se consignó que el encuentro fue friccionado, áspero, por momentos sucio y que los zagueros despejaron la lluvia de centros de los europeos.
Mucha más información no se tiene. No hubo televisión, no hay imágenes grabadas y la prensa local no le dio mucha cobertura al cotejo a pesar de su importancia.
En el ámbito futbolístico, Chile se enfrentó a una de las grandes potencias de la época. De hecho, la URSS venía de ser subcampeón de Europa en 1972, perdiendo contra la Alemania de Gerd Müller, y ese mismo año consiguió el bronce en los Juegos Olímpicos de Múnich.
Además, los soviéticos contaban con Oleg Blokhin, un tremendo extremo que brillaba en el Dinamo de Kiev y que en 1975 fue galardonado con el balón de oro.
Blokhin estuvo incontrolable todo el partido hasta que Figueroa lo mandó a la pista atlética de un puro planchazo. "Se me salió el uruguayo", comentó a la BBC sobre esa infernal patada sobre el puntero, quien optó por irse más al centro de la cancha tras esa infracción.
Pese a ser grandes favoritos, La Roja, que contaba con Carlos Caszely, Leonardo Véliz y Francisco "Chamaco" Valdés como figuras, rescató una igualdad que lo dejaba bien parado para la revancha.
Sin embargo, la Unión Soviética no viajó al duelo programado para el 21 de noviembre de 1973 a causa de la situación política del país.
El resto de la historia es conocida: Chile saltó al Estadio Nacional ante 15 mil personas y Valdés anotó un emblemático gol que timbró el pasaje a Alemania 1974.
Aquello fue denominado como "El partido fantasma".