Este caso excepcional fue dado a conocer por un grupo de investigadores de una universidad del gigante asiático. Las conclusiones revelaron que se han documentado solo 200 casos de "feto en feto" y que el alojamiento de estas masas en el cráneo es aún más inusual.
Un insólito hecho ocurrido en
China ha causado revuelo en el mundo de la ciencia y redes sociales. Todo fue dado a conocer por un grupo de investigadores de la Universidad de Fudan en Shangái, quienes informaron acerca de una
cirugía realizada a una niña de un año de edad en la que le extrajeron el feto de su hermano gemelo, una anomalía que se conoce como "fetus in feto" (feto en feto) o "gemelo parásito".
La investigación fue publicada en la revista
Neurology y
se refiere al órgano extirpado como "gemelo diagnóstico monocriónico malformado", el que habría sido incubado en el útero compartiendo la misma placenta. Pero tenían sacos amnióticos separados, que son los encargados de "proteger” a los fetos mientras están en desarrollo, según se indica en
un artículo publicado en Live Science.
Uno de cada 500 mil nacimientos
Este hecho es un caso excepcional, sobre todo por las condiciones en que se alojó la masa. A nivel científico, dice el reporte,
solo se han documentado unos 200 casos de "feto en feto", de los que solo
28 ocurrieron dentro del cráneo.
En términos generales, la mayor cantidad de "gemelos parásito" se han alojado en el
abdomen del otro feto como una masa en los tejidos recubriendo la masa abdominal. Este fenómeno, estiman,
se da en uno de cada 500 mil nacimientos.
El descubrimiento de este caso en la niña de un año se dio luego de que la menor de edad
mostrara señales de retraso en el desarrollo de sus habilidades motoras. Esto se sumaba a un agrandamiento anómalo de la circunferencia craneal y acumulación de líquido en el cerebro.
Tras realizarse la intervención quirúrgica, se pudo observar que el feto del "gemelo parásito" mostraba indicios claros de desarrollo.
Tenía columna vertebral, dos huesos de la pierna (fémur y tibia), además de dedos en las extremidades superiores. También, se identificó que sufría de espalda bífida (cuando parte de la médula espinal queda expuesta).
Pruebas de ADN confirmaron que se trataba del gemelo de la niña, el cual
había continuado creciendo a partir del suministro de sangre por parte de su hermana.