Los manifestantes exigen mejores condiciones de vida, ya que producto de la desmesurada inflación, la economía va en caída libre y ha dejado los productos esenciales fuera del alcance de casi el 88% de la población del país árabe, según la ONU.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG que agrupa una red de activistas en el terreno y cuya sede se encuentra en el Reino Unido, informó de que la ciudad de Al Sueida presenció "una gran tensión de seguridad, después de que los manifestantes atacaran con piedras la sede gubernamental de la provincia, mientras algunos jóvenes la asaltaban".
Indicaron que los manifestantes retiraron la imagen de Al Asad del edificio. "Los manifestantes quemaron un vehículo de seguridad y provocaron daños a otros coches, después de que las unidades de seguridad dispararan balas para dispersar", apuntaron.
Con las manifestaciones se pretende denunciar las malas condiciones de vida, ya que los participantes corearon consignas pidiendo mejorarlas en la provincia, de mayoría drusa. "Ya no podemos más, ya no tenemos paciencia", gritaban.
Más de 2 millones de personas necesitarán ayuda para enfrentar el invierno en Siria, un 28 % más que el pasado año, en momentos en que la desmesurada inflación y la economía en caída libre han dejado los productos esenciales fuera del alcance de casi el 88 % de la población, según la ONU.
El Observatorio añadió que hace unas semanas, decenas de ciudadanos se concentraron también en la plaza Al Mashnaqa, en el centro de Al Sueida, para protestar también contra el deterioro de las condiciones de vida y la incapacidad del gobierno para proporcionar la necesidades básicas.
La última gran protesta fue en 2020 cuando las fuerzas de seguridad sirias arrestaron al menos a una decena de personas que participaron en las manifestaciones, que se repitieron durante más de una semana, según activistas